Ante todos los sucesos mundiales que ocurren hoy, es normal que la economía de un país flaquee. Pero cuando hablamos de Argentina y Brasil los inconvenientes van más allá de lo económico y es debido a las malas relaciones internas entre las dos naciones más importantes del continente.
Desde que Alberto Fernández tomó el mandato en Argentina en el mes de diciembre, ha habido un gran silencio entre él y su par de Brasil, Jair Bolsonaro. Este acontecimiento no ocurría desde hace dos siglos, justo cuando ambas naciones dejaron de ser colonias.
Disputas públicas entre Argentina y Brasil

Cuando el presidente actual de Argentina, Alberto Fernández, hizo su campaña política para su candidatura, Bolsonaro apoyó a su contrincante Mauricio Macri. Asegurando que, si Fernández ganaba, en Argentina se llevaría a cabo un éxodo parecido al de los venezolanos. En respuesta, Fernández manifestó que celebraba que Bolsonaro, siendo un “misógino y violento”, se expresara así de él.
Las críticas de un lado y del otro se agudizaron con la reciente pandemia del Covid – 19. Dando así una muestra de que el dialogo no es otra cosa más que algo distante entre ambos países.
En los discursos frecuentes de Fernández, por lo general se muestra gráficos comparativos sobre la cantidad de fallecidos entre Argentina y otros países. En estos, cita a Brasil repetidamente, ya sea de forma directa o indirecta. Recalcando el mal ejemplo del gigante suramericano y el cual no se debe seguir.
Por otro lado, Bolsonaro habló acerca del empeoramiento de la crisis económica Argentina, y como esta debía de evitarse. Haciendo énfasis en las medidas tomadas por Fernández en Argentina debido a la pandemia.
Diferencias políticas

Las ideologías entre estos dos grandes líderes no podrían ser más diferentes y cada vez se reflejan más directamente en la diplomacia de la región. Mientras Fernández le da su apoyo total a la UNASUR, Bolsonaro lanzó junto a otros mandatarios el Foro para el progreso de América del Sur (Prosur).
Fernández también ha dejado claro más de una vez su apoyo y cariño hacia el ex – presidente Luis Inácio Lula. Mientras estaba en campaña lo visitó en la cárcel donde cumple condena por corrupción, Lula y Bolsonaro, por otro lado, siempre han demostrado tener posturas opuestas.
Recientemente, Brasil optó por retirar a quien habían postulado como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. Puesto que no querían contradecir al presidente norteamericano Donald Trump, quien tiene candidato propio. Al acceder a hacer esto, Brasil rompe el esquema de que dicha presidencia se maneje bajo la mano de alguien de Latinoamérica.
Fernández, por su parte, afianzó recientemente sus lazos con el presidente de México, López Obrador, reforzando junto a él la crítica hacia el capitalismo. Buscando otros caminos económicos.
Críticas debido a la Pandemia

Se ha vuelto cosa de todos los días en Argentina el criticar a Brasil y su manejo ante la pandemia. Llevando estas críticas desde la televisión hasta comentaristas políticos, refiriéndose múltiples veces a los brasileños como insensatos. Alegando que Brasil anteponía la estabilidad económica al bienestar público.
Para finales del mes de junio Argentina contabilizaba 1.207 muertes por el coronavirus, mientras que Brasil anunciaba 55.000. La situación económica de ambas naciones se vio afectada debido a la crisis de salud generada por la pandemia, cayendo en Brasil a 9% y en Argentina a casi el 10%. El periodista Bonelli argumentó que Argentina supo moverse mejor pues evitó más muertes y su desempeño económico en comparación a Brasil, fue casi el mismo.
Un diario argentino publicó hace poco la entrevista al canciller de Brasil, Ernesto Araújo, donde este mencionó una posible reunión entre Argentina y Brasil. Esta iba a tener lugar en el mes de marzo junto al mandatario de Uruguay, Luis Lacalle, el encuentro no se llevó a cabo porque Fernández no participó.
Argentina y Brasil países vecinos y fuertes lideres económicos de Latinoamérica que, si bien tenían diferencias, con la reciente crisis se ha agudizado la brecha que existía entre ellos. Aunque se han mencionado posibles diálogos estos se han quedado sólo en palabras, demostrando así un distanciamiento cada vez más prolongado.