El 6 de julio será un día que los habitantes de este pueblo costero y de Colombia nunca olvidarán. Todo empezó alrededor de las 7 de la mañana. Cuando un camión cisterna que circulaba por el kilómetro 47 de la carretera que va desde Barranquilla hasta Santa Marta, se volcó. Dando inicio a una cadena de eventos desafortunados que culminaron en la tragedia de Tasajera.
Tragedia de Tasajera, pueblo sumido en la pobreza

El camión cisterna empezó a derramar gasolina, siendo este el acontecimiento que antecedería a la tragedia de Tasajera. Los habitantes de la zona empezaron a llegar para aprovechar el infortunio. Todos llegaban con tobos, valdes y garrafas para llenarlas y así poder sacar una pequeña ganancia económica de esta situación.
Este pequeño pueblo se encuentra en el municipio de Puebloviejo, en el departamento de Magdalena, en la costa de Colombia. Se trata, lamentablemente, de un lugar olvidado por la entidad gubernamental. Lo que lo convierte en uno más de los varios pueblos colombianos que viven en situación de extrema pobreza.
Mientras que la mayoría se aglomeraban alrededor del camión para tratar de conseguir gasolina, algunos otros buscaban otros artículos de valor como las llantas, partes del motor o la batería. Ignorando los peligros que los rodeaban y el sencillo hecho de que lo que estaban haciendo no era legal.
Triste desenlace culmina en la tragedia de Tasajera
Al lugar se apersonaron varios policías que trataron de evitar el desmantelamiento del vehículo. Pero no eran los suficientes para contener la cantidad de personas que intentaban conseguir gasolina. El conductor preocupado por lo que veía, intentó advertirles del peligro a quienes rodeaban el camión, pero en vista de que su clamor no fue escuchado, decidió alejarse del lugar junto a los policías.
Solo unos segundos después, mientras el conductor y los oficiales daban la espalda para alejarse del camión, un grupo de personas intentó sacar la batería del motor. Inmediatamente se generó una chispa y en un abrir y cerrar de ojos todo se encendió en llamas.
Las llamas saltaron hacia todas las direcciones alcanzando a medio centenar de personas. Ese mismo día el resultado de la tragedia de Tasajera fue de 7 muertos, quedaron calcinados en el lugar y 40 heridos. Dos semanas después, el número de fallecidos se eleva a 45.

Muchas familias de este pueblo se quedaron sin varios de sus miembros, sin sus hijos, sin sus hermanos, sin su padre. Quedando así, en condición aún más vulnerable.
Una realidad que viven varios pueblos colombianos
Tristemente, esta situación no solo está sucediendo en Tasajera, la tragedia expuso la situación de varios pueblos que viven una realidad de pobreza extrema que afecta a sus habitantes.
Una situación parecida es la que se vivió días después, el 10 de julio, cerca de los pueblos de Arroyo Grande y Arroyo e Piedra en la carretera que conecta a Barranquilla y Cartagena.
El volcamiento de un camión que llevaba una carga de pescados ocasionó el saqueo de este, la comunidad se llevó casi 1 tonelada del producto, ante la presencia atónita del conductor que nada pudo hacer.
Esto es solo el reflejo de la situación precaria que viven estos pueblos que se encuentran al costado de las carreteras. Son poblaciones que tienen acceso limitado o nulo a fuentes de trabajo. No cuentan con recolección de basura ni con servicio de agua por tuberías y el servicio eléctrico no es constante, a todos estos problemas se le suma la situación actual.
El Covid-19 empeora la situación
Estos pueblos que se encuentran a los bordes de carreteras viven mayormente de la pesca y el comercio. La pandemia y las consecuentes cuarentenas han reducido considerablemente el trafico por estas carreteras ocasionando un déficit en sus ya precarios ingresos.
Además, que el Covid-19 los obliga a estar encerrados para evitar que se contagien, pero su situación de extrema pobreza no les permite quedarse en casa. Así que salen a las vías para buscar ingresos de forma informal exponiéndose al contagio del coronavirus.
De los heridos, 10 han sido diagnosticados positivos para el coronavirus y se encuentran internados en hospitales de Bogotá y del departamento Atlántico. Ya que en Magdalena no cuentan con hospitales que tengan unidad de quemados.
Muchos se preguntan si la tragedia de Tasajera se pudo haber evitado. Quizás si el lugar no fuera una zona olvidada, sus habitantes no tendrían por qué incurrir en estos delitos y exponer sus vidas para obtener un pequeño ingreso. Nunca lo sabremos. Lo cierto es que, esta tragedia se convirtió en el reflejo del drama que viven hoy los pueblos olvidados de Colombia.