Luego de la trágica explosión en Beirut la semana pasada, que dejó un saldo de 160 muertos y 6000 heridos, además de incontables pérdidas materiales, renunció el gobierno del Líbano, en medio de la ola de protestas que exigían su dimisión.
La repercusión política debido a la crisis en Beirut, llevó a la renuncia de todo el gabinete político este lunes, según declaraciones dadas por el primer ministro del Líbano, Hassan Diab.
«Hoy respondemos al deseo de los ciudadanos de exigir transparencia a quienes han sido responsables del desastre que ha estado oculto durante siete años y a su deseo de un cambio real. Frente a esta realidad… anuncio la dimisión de este gobierno» dijo así el mandatario saliente.
Las calles de Beirut ayer vivieron su segundo día de protesta, donde los manifestantes arrojaron piedras y bloquearon el acceso hacia el Parlamento, además entraron por la fuerza a las oficinas de los ministerios de Vivienda y Transporte donde destrozaron todo a su paso.
IMPORTANTE: Líbano: explosión catastrófica sigue contando desaparecidos
Renunció el gobierno del Líbano: Hassan Diab culpa a la corrupción
El primer ministro del Líbano dentro de sus declaraciones de dimisión, culpó a la clase política de su fracaso gubernamental, afirmando que “los sistemas de corrupción son más grandes que el Estado”.
Así mismo, Hassan Diab, también manifestó que está dando un paso hacia atrás para poder ayudar a la gente y “luchar la batalla del cambio” junto al pueblo de Beirut.
Horas antes de las declaraciones de Hassan Diab, el ministro de salud Haman Hassad emitió su renuncia de manera pública e informó que en las próximas horas Diab iba a dirigirse al pueblo de Beirut para anunciar su dimisión.
«La renuncia es una responsabilidad. Renunciamos como una responsabilidad y no como un escape» dijo así el ex ministro de salud.
La explosión en Beirut será recordada como un hecho trágico de la historia

Se cree que la causa de la explosión en Beirut fue causada debido al mal almacenamiento de grandes cantidades de nitrato de amonio que se encontraban en un depósito sin las medidas de seguridad pertinentes.
Por este hecho renunció el gobierno del Líbano como manera de hacerse cargo responsablemente por la trágica explosión.
Hasta ahora se conoce la cifra de 160 muertos y 6000 heridos, pérdidas materiales, escombros y devastación por todo lo largo de la capital libanesa, además de 300.000 personas sin hogar.
El presidente del país, Michel Aoun, manifestó que era «inaceptable» que hubiera 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas de forma insegura.
«La dimisión del gobierno de Beirut es algo que debió haber ocurrido hace varios días»
Dijo así Wadih al Asmar, quien es el director del Centro Libanés de Derechos Humanos, considerando que la renuncia de todo el gabinete político debió de haber ocurrido hace días, además recalcó que esta acción supondrá un cambio positivo para reformar el sistema político.
«Es una forma de asumir la responsabilidad política por lo que pasó y una forma de decir que, con independencia de los resultados de las investigaciones, la responsabilidad política del gobierno y su negligencia deben ser sancionados inmediatamente».
Por esta razón renunció el gobierno del Líbano, luego de intensos días de protestas donde los manifestantes se encontraban en las calles exigiendo la remoción de sus cargos políticos.
La policía de Beirut reprimió con gases lacrimógenos a los manifestantes
Así respondieron los entes policiales ante las protestas ocurridas durante estos dos días de tensiones en Beirut, hasta ahora se registran cientos de heridos y un muerto el día de ayer quien era un agente policial del gobierno.
La manifestación convocada para el día de ayer llevó el nombre de “día del juicio final contra el gobierno y la clase política” y tuvo su punto de partida en la icónica plaza de Los Mártires, miles de personas indignadas por la explosión ocurrida la semana pasada acudieron al llamado.
La explosión en Beirut agudizó la crisis que ya atravesaba el país
Al comienzo de este año el Líbano parecía que se acercaba hacia un inminente colapso, el desempleo se situaba en un 25% y casi un tercio de la población vivía en la pobreza.
Además, el país presentaba fallas en los suministros de agua, luz y demás servicios básicos, a lo cual se le sumó la crisis sanitaria por el covid-19 que colapsó el sistema de salud del país.
Gran parte de los alimentos consumidos en el Líbano eran traídos y recibidos a través del puerto que quedó destruido debido a la explosión en Beirut el 4 de agosto.