A pesar de estar atravesando un momento mundialmente difícil para todos, siguen presentándose diferentes problemáticas a pesar de tomarse medidas económicas distintas en el país, como los acaparadores de productos.
En un país donde todos los productos son prácticamente importados, y el ingreso de los productos básicos es relativamente limitado, muy probablemente existan los llamados coleros, o acaparadores.
Con fines comerciales, para beneficiarse, o si bien por compras desesperadas, compran más productos de los que realmente necesitan y de esta forma se desabastecen las estanterías de los mercados cubanos.
Generando de esta forma un problema social en donde, para poder adquirir un producto de primera necesidad, tienes que comprárselo al doble de su precio al susodicho acaparador o acaparadora de los productos.
La forma de desenvolverse de estos acaparadores de productos, consiste en comprar suficientes cantidades de cualquier producto básico, alegando necesitarlas, para aprovechar la desesperación de otro ciudadano al no encontrar el producto.
Debido a que el tercero, no encuentra el producto, se ve en la obligación de comprárselo a este acaparador a un precio no oficial que muy probablemente sobrepase los costos reales del producto para el cliente.
Entonces, imaginemos racionar los productos y vender solo lo necesario para que cada persona pueda comprar al menos lo mínimamente necesario para su hogar sin tener que pagar precios exorbitantes.
¿Le parece un buen escenario? Pues la verdad no lo es. Pero ahora realmente si imaginamos a un acaparador aprovecharse de lo limitado de un producto deficitario para sacar provecho de otro ciudadano sin tener rasgos mínimos de empatía.
La verdad es que estas actitudes vuelven a los acaparadores parásitos de la sociedad, generando un desbalance económico y social, frente a una problemática.
Inclusión de las tiendas MLC
Hace poco tiempo, se integró un nuevo participante a la economía de Cuba, con la finalidad de suplir, al menos en parte, el ingreso de monedas en divisas al país que hoy en día no existe, debido a la parada del turismo por el cierre de las fronteras.
Cuba, al ser un país escasamente productor, compra la mayoría de sus alimentos y productos de primera necesidad al exterior. Y al momento de adquirir todos estos recursos, el gobierno necesita pagar con una moneda válida internacionalmente.
Como sabemos, el peso cubano o CUP, es la moneda nacional. Sin embargo tiene una compañera, que sería el CUC, que tiene un valor equivalente a la moneda internacional, el dólar, con la finalidad de permitir hacer cobranzas al paralelo del precio de esta moneda.
Por mucho tiempo, de esta forma, se mantuvo las gestiones comerciales en Cuba. Sin embargo, con la poca entrada de CUC y de moneda extranjera al cambio, se añade una la moneda libremente convertible o MLC.
Con esta moneda se busca mantener el flujo de entrada de dólar al pueblo cubano, fragmentándose ligeramente el idealismo socialista y comunista que mantuvo la isla más de 60 años.
Ahora bien, también se han generados acaparadores de productos de las tiendas MLC. Estos productos son importados, y no eran usuales de ver en las estanterías del país, por lo que también sirve como una herramienta al revendedor callejero.
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De esta forma se aprovechan de quien sale tarde de su trabajo y no pudo comprar el día de abastecimiento. Llenando su bolsillo el acaparador de productos a cuestas de la necesidad del otro, generando así aún más desesperación al colectivo.
Principales causas de los acaparadores de productos
Por ser un comportamiento, que muy probablemente se busca para generar ingresos aprovechándose de la escasez de ciertos productos básicos, que generan necesidades en la población, podemos decir que es una consecuencia del desempleo actual.
En la Isla, actualmente hay muy pocas opciones de empleo que de verdad generen ingresos que permitan la sostenibilidad del ciudadano.
En sociología, este tipo de inestabilidad generan en el ciudadano una serie de comportamientos poco morales, para nada empáticos y que generan más problemas, y son conocidos como consecuencias sociales.
Los acaparadores de productos, son una consecuencia social, que busca ser erradicada con medidas que no maltraten, y que le den opciones al ciudadano a solucionar y satisfacer sus necesidades.