Charlotte Evans es una chica alegre, que tenía como plan de vida convertirse en actriz de teatro, desde niña le encanta la música, el baile y la actuación. Hoy a sus 19 años dice que le tortura no poder bailar. Charlotte sufre de una extraña enfermedad de diagnóstico desconocido. Esto ha ocasionado un alto en sus planes y la ha llevado a someterse a unas 66 cirugías en menos de 7 años.
La historia de Charlotte Evans

Charlotte Evans es una joven del Reino Unido que padece una enfermedad de diagnóstico desconocido. Charlotte relata que su enfermedad comenzó a manifestarse con una hinchazón y dolor de cadera. La hinchazón siguió extendiéndose por su pierna, y subió hasta su estómago y espalda.
Esta fue la primera vez que Charlotte acudió al hospital, después de 3 semanas, su cuerpo volvió a la normalidad. Respecto al diagnóstico, los médicos le dijeron que no sabían que había provocado la hinchazón.
Tristemente la situación se repitió dos meses después, esta vez no fue en la cadera, sino en su mano. Requirió de una cirugía, la primera de muchas que han tenido que practicarle hasta hoy, 66 cirugías para ser exactos. En ocasiones, Charlotte ha tenido que pasar meses en el hospital, 7 meses ha sido su estadía más larga.
La niñez y adolescencia de Charlotte no han sido color de rosa. Ha tenido que madurar con rapidez, adaptarse a los cambios abrumadores, a las cirugías y seguir llevando su vida lo más normal posible. Incluso, en una ocasión cuenta que le toco hacer un examen escolar 12 horas después de una de las cirugías.
Conociendo un poco la extraña enfermedad de Charlotte
Los médicos que han tratado a Charlotte han dicho que su enfermedad está muy relacionada con el Síndrome compartimental, solo que en su caso no se sabe qué lo provoca. Este padecimiento es ocasionado por la presión en la fascia de los músculos, que produce dolor intenso e hinchazón. Esta enfermedad es común en deportistas.
El volumen del músculo puede aumentar comprometiendo los tejidos y el dolor es insoportable. Se produce un aumento de la tensión en el compartimiento, hinchazón y cambio de color en la parte afectada. Luego alteraciones sensitivas y parálisis, incluso en casos graves se interrumpe la irrigación sanguínea con el riesgo de necrosis.
Por lo que hay que intervenir quirúrgicamente para liberar la presión acumulada dentro de la fascia. La descompresión del compartimiento requiere de una cirugía amplia conocida como fasciotomía.
Enfrentándose a algo más que su enfermedad

Charlotte Evans no afronta solo una enfermedad de diagnóstico desconocido y dolorosas cirugías. Ella misma relata el estrés emocional que le causan algunas personas que la juzgan mal por las cicatrices que dejan las cirugías en su cuerpo.
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Ella narra “La gente piensa que mis cicatrices son autoinfligidas”. Siente el rechazo de las personas y algunos la miran con desprecio, pero agradece la compresión y el amor que muchos le han brindado. Especialmente su mamá, que es “su apoyo incondicional” y el excelente personal médico que la ha atendido durante todos estos años.
Optimista ante el futuro
En marzo del pasado año 2019, Charlotte estuvo a punto de perder una de sus piernas, afortunadamente no fue así. A principios de año tuvo varias recaídas, ahora está respondiendo mejor al tratamiento médico.
Charlotte reconoce que no es la única con una enfermedad de diagnóstico desconocido, esto la anima a tratar de llevar una vida normal. Aprovecha su tiempo lo mejor posible cuando se siente bien, hace lo que más le gusta desde que era niña, bailar. Ha comenzado a tomar clases de baile y espera que su condición se calme para bailar a tiempo completo.
La enfermedad de Charlotte Evans no ha apagado sus sueños, ni su pasión por la danza. Quizá sea esto lo que la ayuda a conservar la alegría después de 66 cirugías.