Antonio Sitges-Serra, quien es profesor de cirugía en la Universidad Autónoma de Barcelona y ha publicado más de 400 artículos de carácter científico, y escribió un libro sumamente polémico y revelador. En él, nos muestra que cuando estamos sanos, en definitiva, no deberíamos asistir al médico por ningún motivo.
El libro tiene como nombre “Si puede no vaya al médico”, se revela una clara denuncia de cómo en la sociedad actual, que tiene tanto miedo a envejecer y a morir, idolatra la ciencia. Confirma que la medicina se ha convertido en un negocio. Esto, sin que el paciente lo sepa.
«Si puede, no vaya al médico»: La contraindicación cuando estamos sanos

El autor asegura en su libro que si las personas están sanas, o si se puede evitar, no deberían dirigirse al médico. Comenta que “El concepto de que el doctor debe vigilar constantemente la salud de la gente, es un poco arcaico”.
Del mismo modo, indica que el médico tiene la función de apoyar cuando una persona tiene algún problema en particular. Pero si en términos generales te encuentras bien, y no tienes ninguna dificultad física que interrumpa el desarrollo de tu vida diaria, este profesional no te ayudará a prevenir alguna enfermedad.
Antonio afirma que somos nosotros quienes deberíamos ayudarnos internamente a prevenir cualquier tipo de enfermedad.
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No es un secreto que el mensaje principal de este libro es que las personas no pueden dejarse llevar por la hipocondría social, ni abusar de la medicina. Es por ello que incita a la auto curación, a tener mayor responsabilidad con nosotros mismos, y a evitar a toda costa la sobre medicación.
El autor sostiene que esto sucede, en principio, porque la salud se ha convertido en toda una obsesión para muchas personas.
Por otra parte, los medios de comunicación hacen mucho énfasis en que se debe tener sumo cuidado si se nota algún síntoma extraño, y sin lugar a dudas, esto contribuye a que se genere la hipocondría.
De igual forma, es posible que la ciencia abuse un poco del poder que tiene, haciéndole creer a la gente que aunque estén sanos, todos, lo quieran o no, son enfermos potenciales. Y si a eso se le suma la angustia propia de las personas, van a terminar yendo al médico aunque no sufran de ninguna patología.
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Riesgo de estar sanos y un médico que desea encontrar algún problema
El autor asegura también que siempre existe este riesgo, que se conoce como sobre diagnóstico. Esto funciona de la siguiente manera: Vas al médico y él te pide gran cantidad de exámenes. Cuando te haces varias pruebas es posible que alguna de ellas no salga bien, y es allí cuando el doctor empieza a insistir.
Esto puede entrar en una completa espiral, que fácilmente podría terminar en una operación, o algún tipo de medicación innecesaria que seguramente tendrá efectos secundarios.

¿Por qué sucede el sobre diagnóstico?
Esto ocurre debido a que el doctor no quiere equivocarse en su diagnóstico, por lo cual trata de hacer la mayor cantidad de pruebas posibles para llegar al tratamiento ideal.
Del mismo modo, Antonio revela que este proceso puede venir también de intereses económicos, mercantilizando así la sanidad en la medicina privada.
Lo relevante de todo esto es que el autor indica que sucede lo mismo en la salud pública. En este caso, ya no es por motivos económicos, sino por otras razones como obtener prestigio, destacar académicamente, o que el centro en el que se encuentre sea el mejor de todos.
Sin importar cual sea el motivo, tanto la mercantilización como lo que sucede con los profesionales del sistema público, este sobre diagnóstico pone a la persona en riesgo de someterse a exámenes y cirugías innecesarias.
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El papel de los laboratorios farmacéuticos
Antonio Sitges-Serra también reconoce que la industria farmacéutica y de instrumentos sanitarios ha tenido un papel fundamental en el desarrollo de la medicina. Sin embargo, por naturaleza, estas empresas del sector salud poseen intereses totalmente mercantiles, ya que tienen como objetivos hacer negocios e incrementar sus ganancias.
Cuando estamos sanos, vivimos mayor cantidad de años y deberíamos recibir muchos menos medicamentos de los que tomamos. Pero la realidad, es que la industria farmacéutica, en su sed por crecer, emplea ciertas prácticas deshonestas que deben ser denunciadas.
Al utilizar este término, Antonio hace énfasis en sobornos, en publicar cosas erróneas, y a financiar de forma exagerada campañas que favorezcan a la industria. Esto se debe a que el área médica en general, es capitalista, como cualquier otra.
Un ejemplo claro de esto es cuando empiezan a publicar en diversos periódicos, o mediante noticias televisivas respecto a la disfunción sexual, lo cual puede ayudar a que se aumenten considerablemente las ventas del Viagra.
A pesar de que muchos colegas de Antonio Sitges-Serra se han declarado en contra del libro, en general, este ha tenido una buena receptividad por parte del público, quienes sienten que recibieron un mensaje liberador.
Adicionalmente, es preciso mencionar que está sustentado con documentación, números, hechos y gran cantidad de datos comprobados.