Luego de varios meses de discusiones entre el gobierno de Iraq y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumpliendo con la promesa hecha durante su anterior campaña presidencial, este miércoles anunció finalmente la reducción de los soldados estadounidenses en tierra iraquí.
A comienzos del año 2020 Washington publicó un comunicado que afirmó, junto con el gobierno de Iraq, que los soldados estadounidenses se retirarían progresivamente durante los próximos meses.
«Esperamos con ansia el día en que no tengamos que estar allí y, con suerte, Iraq podrá vivir su propia vida y ellos podrán defenderse, lo que han estado haciendo mucho antes de que nos involucráramos» dijo así el mandatario estadounidense el mes pasado durante una reunión en la Casa Blanca.
Para Estados Unidos, la permanencia de las tropas estadounidenses tenía como fin realizar operaciones de contraterrorismo y entrenar a las fuerzas del ejercito iraquí. Mientras se presenciaba la guerra contra el Estado Islámico (ISIS).
Esta coalición internacional formada entre los gobiernos de ambos países comenzó en el año 2014. Según el comunicado fueron 7.500 los soldados desplegados en Iraq para combatir a ISIS, siendo 5.000 de estos norteamericanos.
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De 5.000 a 3.200 se reducen los soldados en Iraq
El jefe del Comando Central de Estados Unidos, Frank Mackenzie afirmó este miércoles en Iraq que solo quedarán 3200 soldados estadounidenses en tierras iraquíes. De un total de 5200 que fueron enviados a misión.
«Esta reducción nos permite continuar asesorando y asistiendo a nuestros socios iraquíes en la expulsión de los remanentes finales del grupo Estado Islámico en Irak y, asegurar su derrota final» manifestó así el general Mackenzie.
Sin embargo, el jefe del Comando Central aclaró que Estados Unidos continúa con los esfuerzos de ampliación para conformar programas con socios que se encarguen de instruir a las fuerzas iraquíes. Lo cual les permita en un futuro retirar la presencia estadounidense de Iraq.
Estados Unidos no tendrá bases permanentes en Iraq
Los gobiernos de Estados Unidos e Iraq firmaron en junio un acuerdo de acortar y simplificar la presencia norteamericana de las instalaciones iraquíes que albergan a los soldados.
Mientras que la Casa Blanca afirmó que sus compromisos a futuro se mantendrán en vía hacia una reducción total de las tropas. Sin miras a dejar establecida una base permanente en dicho país.
De esta forma empezará la reducción de la presencia estadounidense en países como Afganistán, Iraq y Siria.
Sin embargo, el secretario de estado Mike Pompeo, durante una reunión en la Oficina Oval llevada a cabo recientemente, afirmó que el retiro final de las tropas en Iraq ocurrirá «tan pronto como podamos completar la misión».
Donald Trump quiere acabar con «las guerras sin fin».

El anuncio del retiro de las tropas en Iraq se produce a menos de 2 meses de la venidera elección presidencial en Estados Unidos. Esta decisión le permite a Trump afirmar ante los votantes el cumplimiento de su promesa de devolver a casa a los soldados que se encuentran librando lo que el catalogó como «guerras sin fin».
Así mismo, un funcionario cercano a Donald Trump afirmó que se espera un nuevo comunicado sobre la retirada de tropas estadounidenses en Afganistán. Donde se encuentran alrededor de 8.600 soldados norteamericanos.
Se espera que la reducción de tropas en Afganistán llegue a la cifra de 4.000 soldados.
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El primer ministro de Iraq agradeció el apoyo de Estados Unidos.
Recientemente el nuevo primer ministro de Iraq, Mustafa al-Kadhimi voló hasta Washington para una reunión con altos funcionarios del gobierno estadounidense en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
El vicepresidente Mike Pence y el secretario de estado Mike Pompeo junto a Donald Trump fueron los protagonistas de dicha reunión.
Durante el encuentro, el primer ministro iraquí le dijo al presidente Trump que estaba «agradecido por todo el apoyo que Estados Unidos nos brindó durante la guerra contra ISIS. Este apoyo fortalece nuestra asociación para el mejor interés de nuestra nación».
Por otro lado, Al-Kadhimi también manifestó el deseo de que Iraq pronto pueda recibir inversión extranjera estadounidense, dejando a un lado las funciones militares.