Luego de que Rusia anunciará su nueva vacuna contra el coronavirus, los Estados Unidos solo han mirado con un poco de escepticismo la eficacia de sus ensayos, siendo uno de los países que ha estado más activo por encontrar una cura.

De este tema Alex Azar secretario de sanidad ha manifestado que el verdadero punto no es ser el primero. Si no encontrar un fármaco que realmente sea seguro y eficaz, tato para los estadounidenses como para el resto del mundo.
No obstante los expertos en temas sanitarios indican que la vacuna creada por los rusos solamente cumple con 1 primeras fases de las 3 que se necesitan para ser aceptada. Situación que Rusia desmiente diciendo que ya está totalmente lista.
Es inevitable para los críticos y observadores recordar el episodio de los Juegos Olímpicos. Cuando desde Moscú encubrieron el dopaje de los atletas que los representaban.
Por su parte, los Estados Unidos ha invertido grandes sumas de dinero para diferentes iniciativas públicas y privadas. Tratan de encontrar una vacuna efectiva que asegure que con la primera dosis sea solo para sus habitantes.
Conociendo el temperamento del presidente Donald Trump, es posible que el anuncio de la vacuna Rusa no le caiga muy en gracia. Pero como este país cuenta con la experiencia de la carrera espacial.
Lo más importante no es llegar lejos sino llegar muy alto. Lo que puede traducirse en desarrollar y llevar una vacuna que realmente pueda funcionar.
Por su parte el microbiólogo del Hospital Mount Sinai Florian Krammer ha dicho en distintas redes sociales que no está seguro de que pretenden en esta ocasión los rusos, pero que él no se colocaría su vacuna.
Una decisión bastante discutible pero que no escapa de la realidad de muchos profesionales y expertos en este tema.
La carrera por una vacuna “efectiva”
Uno de los epidemiólogos más destacados de EE.UU, el doctor Anthony Fauci es el responsable de asesorar a la Casa Blanca. El mismo prevé que la vacuna creada por Pfízer quizás empiece a probarse en octubre de este mismo año.

Contrario a esto la de Moderna empiece a comercializarse en los dos últimos meses del año. Ante este escenario Fauci destaca que es posible que las vacunas solo den un porcentaje de efectividad y que por ahora no se sabe si tendrán un 50% o 60% de respuesta.
Destaco que le gustaría que el porcentaje fuera de un 75% y mucho más, recalcando que los EE.UU no utilizarán fármacos de China ni de Rusia.
Dejando ente ver toda la desconfianza que hoy día existe en Washington hacia estos países. El asesor de Trump dijo que es prácticamente descabellado distribuir una vacuna sin ser aprobada, ni cumplir con los requisitos dictaminados por la ONU.
Sin embargo en el mes de agosto Canadá, Reino Unido y EE.UU denunciaron a Rusia por hacer ciberataques con el fin de apoderarse de información sobre el desarrollo de las vacunas que están fabricando los demás países.
No obstante el Gobierno de Vladimir Putin niega todas estas acusaciones, el comunicado indicaría que la inteligencia rusa se valdría de hackers para llevar a cabo sus planes.
Por ahora el gobierno norteamericano sigue siendo el líder en casos de covid-19. Con un número de 5,1 millones de casos. Llegando a acumular el 20% en todo el planeta, recordando que solamente su población tiene el 5% de la población en el mundo.
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Uno de los grandes factores que pueden explicar el descontrol que ahora viven los Estados Unidos respecto a la epidemia. Es que Trump se encuentra en un periodo de reelección presidencial que se ha enfocado en encontrar una “cura milagrosa”.
Aun así las cifras de fallecidos sobrepasa los 160.000 muertos, por lo que muchos estados no han decidido volver a la normalidad, al ver como todo sigue siendo un caos.