Foto: Roy Leyra | CN360
El ocho de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer trabajadora, y aunque gran parte del mundo reconoce que esta no es solo una jornada para felicitar, sino para reflexionar sobre el papel de la mujer en la sociedad, en Cuba predomina un espíritu festivo respecto a esta efeméride.
Desde hace varios días, activistas feministas de la sociedad civil cubana han estado recordando la fecha y poniendo énfasis en que, aunque en Cuba sería arriesgado organizar una marcha por los derechos de las mujeres, sí se pueden realizar iniciativas a través de las redes sociales.
Por otro lado, en la actualidad, Cuba no atraviesa su mejor momento en lo que respecta a la violencia contra las mujeres. Lamentablemente, las cifras de feminicidios están aumentando de manera alarmante, lo que ha llevado incluso a las autoridades de la isla caribeña a emitir informes oficiales sobre estos hechos violentos.
Este 2023, la Mayor de las Antillas llega al Día Internacional de la Mujer con 16 feminicidios registrados en apenas dos meses, hasta donde se tiene conocimiento. Esta triste estadística pone de manifiesto cuánto falta por hacer en la isla en términos de seguridad en general, no solo para las mujeres, y demuestra que celebrar o conmemorar una fecha no aborda las raíces de los problemas.
Solo han pasado enero, febrero y algunos días de marzo, y la cifra ya se aproxima a la mitad del total de feminicidios del año anterior, cuando se contabilizaron 36 en total, solo dos menos que los registrados en 2021.
Estas cifras no son meros números, enfatizan las activistas de la sociedad civil, son mujeres con historias de vida, con familias y con hijos, que en muchos casos quedan huérfanos.
Tradicionalmente, instituciones estatales como Correos de Cuba han mostrado iniciativas acerca de la fecha, pero han sido criticadas en múltiples ocasiones por comparar a las mujeres con “delicadas flores” o por resaltar únicamente su ternura en las postales emitidas con motivo de esta efeméride.
Con la llegada de las redes sociales, este y otros temas han encontrado espacio en la agenda del debate, especialmente entre las generaciones más jóvenes de mujeres que comprenden que esta fecha no debería ser solo celebrativa, sino conmemorativa. Por ello, tal vez este año la mayoría de ellas expresan que pueden comprarse sus “propias flores”, al estilo de Miley Cyrus.
Además, las marcas del sector privado han comenzado a cambiar la perspectiva sobre esta fecha. Desde inicios de marzo, varios negocios privados han destacado que este mes “se escribe con M de mujer” y buscan historias inspiradoras entre sus trabajadoras y clientas cercanas que puedan servir como ejemplos reivindicativos en la lucha por la equidad en Cuba.
Más allá de la efeméride, en la isla parece crucial que el tema de la equidad se aborde con una profunda conciencia civil y estatal, ya que muchas veces, miembros de la sociedad civil han criticado a las autoridades cubanas por considerar que unir esfuerzos para la representación femenina en las estructuras estatales no es suficiente ante la desigualdad de género que enfrenta actualmente el país.