Imágenes: RL Hevia
La Virgen de la Caridad del Cobre, Santa Patrona de Cuba, es objeto de veneración para numerosos cubanos, tanto en la Isla como en el extranjero; sean devotos o escépticos, todos elevan oraciones no solo por salud, gratitud o un milagro, sino también para pedir la bendición del país.
Se dice que la fe aparece en los momentos de adversidad, sin embargo, Cachita es una deidad que acompaña la vida cotidiana. Este 9 de septiembre, miles de cubanos se acercaron a ella a través de peregrinaciones, misas o desde su búsqueda de paz espiritual, para rendir homenaje en su día.
Desde la Catedral de La Habana, la Ermita de la Caridad en Miami hasta el Santuario del Cobre, la imagen de la Virgen genera un sentimiento compartido de identidad, arraigo y devoción entre un pueblo que clama por un país mejor.
En las calles de La Habana, este domingo se llevaron a cabo peregrinaciones que partieron desde el Vedado, La Habana Vieja y Centro Habana, donde se celebró la misa en el Santuario de la Virgen en la Iglesia de Nuestra Señora de la Caridad.
También conocida como la Virgen Mambisa, ha estado presente entre los cubanos desde su aparición en 1612 en la Bahía de Nipe, donde fue avistada por tres esclavos conocidos como los tres Juanes. En el panteón yoruba, Cachita se asocia con la deidad africana Oshún.
Como símbolo de esperanza y salvación, ya sea a través del catolicismo o de los ritos yorubas, con girasoles y velas, los cubanos encomiendan a Cachita sus deseos y anhelos de un futuro mejor en medio de las dificultades.