Foto: Cuba Sí
Mientras las Grandes Ligas celebran las nuevas escapadas de jugadores cubanos, la selección de la Mayor de las Antillas logró su clasificación a la Súper Ronda de la III Copa Mundial de Béisbol sub 23 en Hermosillo, México.
Este martes, el lanzador zurdo Yeinel Zayas se convirtió en el séptimo deportista en abandonar el hotel donde se encontraba la selección en Ciudad Obregón, Sonora, tras la victoria de Cuba sobre República Dominicana por 6×2 en su último partido eliminatorio.
Antes de Zayas, ya habían «desaparecido» los pitchers Luis Danys Morales, Uber Mejías y Danel Fernández, así como el receptor Loidel Rodríguez, el jardinero Reinaldo Lazaga y el jugador de cuadro Diasmany Palacios.
Este total marca un récord de deserciones para una selección nacional de béisbol en un torneo internacional. Según varios reportes, el mayor número registrado anteriormente fue en 1996, también en México, durante una Copa de Clubes Campeones, con cinco jugadores que se escaparon.
El récord de fugas para un equipo nacional de cualquier deporte pertenece al fútbol, donde en noviembre de 2018, doce jugadores de la selección cubana sub 20 escaparon en Bradenton, al sur de Tampa, Florida, durante el Campeonato de la Concacaf.
La plantilla se ha reducido a 17 jugadores, lo que ha afectado especialmente a los lanzadores. Esto ha llevado al manager espirituano Eriel Sánchez y a su cuerpo técnico a hacer malabares y a contar con planes alternativos.
A pesar de las dificultades, Cuba ha avanzado a la Súper Ronda, que comienza este miércoles junto a México, Colombia, Panamá, Venezuela y China Taipei. Las medallas se disputarán el sábado.
En su debut en la Súper Ronda, Venezuela aplastó a Cuba 11×0 en cinco entradas. Sin embargo, aún tienen posibilidades de medalla, por lo que el partido de hoy contra Colombia es crucial.
En mayo pasado, tres jugadores clave, los lanzadores Lázaro Blanco y Andy Rodríguez y el jugador de cuadro César Prieto, decidieron quedarse en Miami durante el Torneo Preolímpico de las Américas en Florida, donde Cuba fue eliminada en su camino hacia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Sánchez minimizó públicamente el impacto de las deserciones al ser interrogado por Radio Rebelde. “No hay situación. No hay ningún problema. Aquí hay un equipo, un grupo de dirección y una delegación completa que estará dispuesta a obtener resultados y cumplir con nuestro deber, que es jugar béisbol y llevar la victoria al pueblo”.
La prensa oficial cubana elogió la clasificación del equipo, criticó a los beisbolistas que abandonaron el equipo en plena competencia y insistió en culpar al ex presidente Donald Trump por el éxodo de peloteros, al anular el acuerdo con las Grandes Ligas que permitía a los jugadores de la Isla participar en la Gran Carpa sin necesidad de desertar.
Desde que comenzaron las negociaciones con la MLB, el discurso oficial en Cuba no responsabiliza a las Grandes Ligas por las deserciones y ha dejado de referirse a ellas como “ladrón de talentos”.