Foto: RRSS
En la madrugada de hoy, un ómnibus articulado de la ruta P7 (número 715) sufrió un accidente en el municipio 10 de Octubre, La Habana, luego de que su conductor fuera agredido por varios individuos mientras realizaba su recorrido habitual desde la Confronta hacia El Cotorro. El incidente tuvo lugar alrededor de la 1:15 a.m., poco después de haber salido de una parada, y terminó con el vehículo impactando contra una vivienda ubicada en la Calzada de Luyanó, esquina Ensenada.
De acuerdo con la información proporcionada por las autoridades, el chofer perdió el control del vehículo tras el ataque, lo que provocó que el ómnibus se desviara de su ruta y chocara contra la fachada del inmueble. A pesar de la violencia del impacto, no se reportaron víctimas fatales ni heridos entre los pasajeros o vecinos, aunque los daños materiales fueron significativos tanto para la vivienda como para el propio ómnibus.
La Policía Nacional Revolucionaria (PNR) llegó rápidamente al lugar del siniestro, según informes de redes sociales, donde se destacó la delimitación del área y las labores de investigación para identificar y capturar a los responsables de la agresión. Hasta el momento, no se han dado a conocer detalles oficiales sobre los agresores ni las posibles motivaciones detrás del ataque.
La Empresa Provincial de Transporte de La Habana reconoció el incidente a través de sus canales de comunicación, agradeciendo, además, la rápida intervención del equipo técnico de Alberro, que logró rescatar el ómnibus y trasladarlo para su evaluación y reparación. “Nuestro objetivo es reincorporarlo lo antes posible al servicio”, comunicaron.
Este nuevo acto de violencia contra el transporte público se produce en un contexto de creciente tensión social y descontento ciudadano debido a las dificultades del sistema de movilidad urbana, afectado por la escasez de piezas, combustible y una reducción progresiva en la cantidad de vehículos operativos.
El accidente del P7 no es un caso aislado. En las últimas semanas, se han registrado varios ataques con piedras a ómnibus en la capital. Uno de estos incidentes afectó a la ruta 23 en la zona del parque de Fábrica, y otro a un ómnibus de la misma ruta P7 en el municipio Cotorro. En ambos casos, los vehículos resultaron dañados y se suspendieron las operaciones.
La repetición de estos incidentes ha generado preocupación tanto entre las autoridades como en la población. La Empresa Provincial de Transporte ha expresado nuevamente su condena a estos hechos, subrayando que “acciones como estas conspiran contra el bienestar del pueblo y deben ser rechazadas enérgicamente”.
Este hecho vuelve a resaltar la urgente necesidad de abordar con seriedad los actos de violencia que impactan el transporte público en Cuba. La protección de este servicio esencial requiere no solo intervenciones legales, sino también una reflexión colectiva sobre el respeto hacia quienes lo garantizan día a día.
