Texto: Hugo León
Un comité del Congreso de Estados Unidos ha acusado al expresidente Donald Trump de haber planificado un intento de golpe de estado en enero del año pasado, luego de su derrota electoral ante el actual presidente Joe Biden.
Este grupo está investigando los eventos del 6 de enero de 2021, cuando seguidores de Trump asaltaron el Capitolio de Washington para interrumpir la certificación de Biden como presidente.
El comité está compuesto mayoritariamente por legisladores demócratas, junto a algunos republicanos, y su vicepresidenta es Liz Cheney, republicana por Wyoming, quien se ha convertido en una de las principales críticas del magnate dentro de su propio partido.
Cheney ha declarado que el expresidente Trump fue quien encendió la chispa del ataque.
Además, Cheney afirmó que Donald Trump coordinó un plan de siete pasos con la intención de anular el resultado de la elección presidencial y así prevenir la transferencia de los poderes presidenciales.
El 6 de enero marcó la culminación de un intento de golpe, un esfuerzo descarado por derrocar al gobierno, subrayó durante la audiencia.
En la sesión se presentaron imágenes del asalto al Capitolio que no habían sido divulgadas previamente, junto con fragmentos de entrevistas a miembros del círculo cercano del expresidente.
Asimismo, se mostró el testimonio de la hija de Trump, Ivanka, quien reconoció que las afirmaciones de su padre sobre un robo electoral eran infundadas.
Ataque al Capitolio
Los analistas creen que los antecedentes de los disturbios se remontan a la misma noche de las elecciones, cuando cerca de las dos de la madrugada, el entonces presidente Trump se dirigió a sus seguidores desde la Casa Blanca, proclamándose ganador y afirmando que sus opositores intentaban robar la elección.
El magnate avivó los rumores y sembró la idea de que la elección estaba amañada. Según él, había logrado una victoria clara, pero fuerzas ocultas se la habían arrebatado.
Tres días después, el 7 de noviembre, las autoridades electorales proclamaron oficialmente a Biden como ganador, pero los seguidores del republicano ignoraron esta proclamación. Aunque el ataque al Capitolio fue el punto culminante, la extrema derecha ya había atacado y amenazado a las autoridades electorales en Detroit, Arizona, Texas y Georgia en sus propios hogares, además de protagonizar otros incidentes violentos un mes antes.
El 6 de enero, Trump se dirigió a una multitud de seguidores en el parque Ellipse, al sur de la Casa Blanca, y concluyó su discurso invitando a todos a dirigirse al Capitolio. Aunque su discurso no incitó directamente a la violencia, creó un ambiente explosivo para lo que sucedió a continuación.
De acuerdo con fuentes oficiales en Estados Unidos, el 6 de enero de 2021, cuatro personas perdieron la vida y más de 100 policías resultaron heridos. Además, otros cuatro agentes fallecieron posteriormente por suicidio.
Mientras tanto, algunos republicanos consideran que estas audiencias contra Trump son una cortina de humo por parte de los demócratas, especialmente en un momento en el que la aprobación de su presidente es baja y la inflación y los precios están en aumento.