Foto: Alexandre Meneghini | Reuters
Después de que nueve inmigrantes perdieran la vida ahogados al intentar atravesar el río Bravo, activistas y líderes han denunciado una crisis humanitaria en la frontera entre México y Estados Unidos. A casi un mes del anuncio del fin del programa “Quédate en México”, se ha desatado una crisis binacional en la frontera de Ciudad Juárez y El Paso.
Los responsables de los albergues y otros individuos que ayudan a los migrantes han expresado su preocupación por la saturación de estas instalaciones, además de que la incertidumbre sigue acechando a los migrantes. “La migración siempre existirá, en este albergue hay 51 migrantes de Honduras y México. Estamos trabajando en la ampliación para que la capacidad sea de entre 200 y 250 personas”, comentó el pastor Juan Fierro, director del Albergue Pan de Vida en Ciudad Juárez, según citó Infobae.
También han señalado que la frontera mexicana está sufriendo las consecuencias de las políticas más restrictivas implementadas por el gobernador de Texas, Greg Abbott.
El jueves pasado, nueve inmigrantes perdieron la vida al intentar cruzar el río Bravo, cuando un gran grupo de migrantes trató de hacerlo bajo intensas lluvias. Hasta ahora, los agentes fronterizos estadounidenses han recuperado seis de los cuerpos, mientras que los mexicanos han encontrado tres más. Se desconoce la nacionalidad y edad de las personas fallecidas.
Asimismo, las autoridades estadounidenses rescataron a 37 migrantes que se encontraban en el río. Estos 37, junto con otros, fueron detenidos por intentar ingresar de manera irregular a Estados Unidos, mientras que en la parte mexicana de la frontera se arrestó a otros 39 individuos que formaban parte del mismo grupo.
Un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP) indicó que los migrantes intentaban llegar a Estados Unidos a través de la zona del río Bravo más cercana a Eagle Pass, Texas, que pertenece al sector conocido como “Del Río”, uno de los puntos con mayor número de cruces al año.
En lo que va del año fiscal, que finaliza a finales de septiembre, más de 376,100 migrantes han sido detenidos en esa área, lo que representa casi diez veces más que en 2020. Los datos indican que la mitad de los migrantes y refugiados arrestados provienen de Cuba y Venezuela. Además, en julio se detuvo a más de 14,000 venezolanos y 10,000 cubanos en esa región.