El esperado final del mandato de la canciller federal alemana, Ángela Merkel, se llevará a cabo la próxima semana, poniendo así un cierre a 16 años de liderazgo, distribuidos en cuatro mandatos consecutivos, en la política europea.
La diplomática decidió no postularse nuevamente, y su sucesor oficial será el socialdemócrata Olaf Scholz. La ceremonia de despedida se realizó este jueves, y la música elegida para la ocasión fue seleccionada por la propia Merkel, según un informe de la BBC.
La gala militar, conocida como Grooser Zapfenstreich, que se traduce como “Gran Tatuaje”, data del siglo XVI y representa el mayor homenaje que el ejército alemán brinda a los políticos salientes. Para esta ocasión, Merkel eligió una canción popular de Hildegard Knef, titulada For me it Should Rain Red Roses, además de un himno alemán del siglo XVIII y un tema de la célebre cantante punk alemana Nina Hagen. Esta selección sorprendió a muchos, dado los gustos clásicos que siempre ha mostrado Merkel.
La canción hace alusión a la antigua parte comunista de Alemania, comparándola de manera alegórica con una película en blanco y negro.
Merkel provino de esa región antes de la caída del muro de Berlín, lo que influyó en la discriminación que sufrió en el ámbito político. Sin embargo, logró dejar una huella significativa desde 2005, cuando se convirtió en la primera mujer en asumir el liderazgo de la mayor economía de Europa.
Amada y criticada en partes iguales, Merkel cuenta con la aprobación de la mayoría de la población alemana. Su liderazgo es indiscutible y servirá como referencia siempre que se analice el modelo europeo, a pesar de las críticas por priorizar los intereses de su país sobre los comunes de la región.
En Alemania son conscientes de que su canciller continúa viviendo en el mismo apartamento de siempre, donde ni siquiera siente la necesidad de contar con servicio, ya que ha mencionado que puede hacerlo ella misma. No usa prendas de lujo, y su imagen ha sido a veces cuestionada por repetir el mismo diseño, aunque eso parece importar poco o nada a una verdadera diplomática y líder política con un título en Física Cuántica.
Durante su emotivo discurso de despedida, Merkel instó a “ver siempre el mundo a través de los ojos de los demás” y añadió que “los dos últimos años de pandemia han puesto de relieve, como una lupa, la gran importancia de la confianza en la política, la ciencia y el discurso social, así como lo frágil que puede ser todo eso”.