Foto: Armando Tomey | Facebook
Texto: Fede Gayardo
El actor cubano Armando Tomey compartió en una entrevista con el youtuber dominicano Dany Pérez, conocido como Destino Tolk, las razones que lo llevaron a abandonar Cuba y los nuevos desafíos que tuvo que enfrentar en Estados Unidos.
Reconocido por su actuación en telenovelas emblemáticas como “Sol de Batey” y “La cara oculta de la luna”, Tomey también destacó en la isla en series policíacas, comedias y dramas, así como en películas tanto cubanas como extranjeras. A pesar de su éxito en la actuación, el actor decidió emigrar a Estados Unidos en 2013, una elección fuertemente influenciada por razones familiares y el contexto socioeconómico en Cuba.
Durante la charla, Tomey mencionó que tomó la decisión de irse a Estados Unidos “porque un hijo mío había venido para acá con su madre. Yo le tuve que dar permiso para que la madre lo trajera y emigrara”.
Originalmente, había planeado regresar a Cuba una vez que obtuviera su residencia en el país norteamericano, pero las circunstancias lo llevaron a quedarse de forma permanente. “En Cuba vivía para sobrevivir, no para prosperar”, comentó durante la entrevista.
Según Tomey, la falta de desarrollo y el estancamiento en el sector cultural fueron factores determinantes en su búsqueda de estabilidad fuera de la isla. Además, describió al comunismo como un “infierno” y explicó cómo este sistema obstaculizó el crecimiento de la televisión cubana, obligando a muchos profesionales a emigrar a naciones como Venezuela y Colombia.
El actor admitió que adaptarse a la vida en Estados Unidos no fue fácil, especialmente para alguien con su trayectoria. “El mercado aquí no es para nosotros. El mercado aquí es para los mexicanos”, lamentó, refiriéndose a las limitaciones que enfrentan los actores cubanos dentro de la industria televisiva estadounidense.
A pesar de estos obstáculos, Tomey señaló que “siempre existe la esperanza de que uno pueda lograrlo. Digo, bueno, si los demás no lo intentaron, yo voy a probar”. Sin embargo, al llegar a Miami, tuvo que concentrarse en otros trabajos para adaptarse a su nueva realidad.
Con el tiempo, encontró en su pareja y en sus nietos una nueva razón para establecerse en Estados Unidos. “Conocí a una gran persona en este país que es mi compañera hace 10 años y gracias a eso me quedé”, confesó, destacando la importancia de la estabilidad emocional y familiar en su decisión.
Asimismo, enfatizó la libertad que ha encontrado lejos del sistema cubano: “Me fui acostumbrando a la libertad, a no tener que cagarme en la madre de Fidel todos los días”, declaró de manera contundente.
Hoy, Tomey disfruta de una vida tranquila y plena en Miami. Aparte de pasar tiempo con su familia, ha explorado nuevas oportunidades en el teatro, la televisión y las artes plásticas, e incluso se ha aventurado en el campo de la arquitectura.
“Tengo mis tres hijos aquí, mis nietos, mi mujer… ¿qué más puedo pedir? Vivo feliz”, concluyó el actor, quien ha logrado transformar los retos de la emigración en una oportunidad para reinventarse y disfrutar de su familia.