Foto: RL Hevia
Texto: Fede Gayardo
Un barco cargado con gas licuado ha llegado a la bahía de Santiago de Cuba y actualmente está en proceso de descarga en el muelle internacional de la Refinería Hermanos Díaz. Este es el primer envío de este tipo que recibe la provincia en lo que va del año, con el objetivo de asegurar el suministro a la población.
De acuerdo con el informe del diario estatal Granma, este cargamento está destinado a satisfacer la demanda de las provincias orientales de la isla, por lo que las tareas de recepción, almacenamiento y distribución del combustible avanzan sin inconvenientes.
Además, se está trabajando en la preparación de las balitas de gas para su venta en los distintos puntos de expendio. Para lograr esto, se menciona en el reporte que “se extiende la jornada laboral tanto en la Planta de Gas como en los propios puntos de venta”.
Mientras tanto, la falta de gas licuado ha impactado a otras regiones del país. A mediados de este mes, la Empresa de Gas Licuado notificó a los clientes de La Habana, Artemisa y Mayabeque que, “ante el déficit de inventario”, el servicio de venta sufriría interrupciones.
En los últimos años, la disponibilidad de este combustible en Cuba ha sido irregular, agravada por la crisis económica y las dificultades financieras que enfrenta el gobierno. Los impagos a proveedores han causado problemas recurrentes en el abastecimiento de gas licuado.
La escasez ha llevado a los ciudadanos a hacer largas colas, que en ocasiones se prolongan por días, y ha incentivado la reventa ilegal de cilindros de gas, así como el encarecimiento de alternativas como el carbón vegetal.
La situación se complica aún más en un contexto de inestabilidad en el suministro eléctrico, caracterizado por frecuentes apagones que dificultan el uso de cocinas eléctricas, complicando así la preparación de los alimentos en los hogares cubanos.