Foto: Daniel Torok
“Trump mira a la cámara, con la ceja izquierda ligeramente levantada, expresión seria y el ceño fruncido. Lleva un traje y corbata azul”, describe El País sobre el retrato oficial como presidente electo de los Estados Unidos, a pocos días de asumir su cargo.
Esta imagen tiene múltiples significados y ha provocado gran controversia en la comunidad internacional desde su publicación. El debate se centra en un aspecto: el retrato se asemeja mucho al de su ficha policial, tomada en agosto de 2023 en la cárcel del condado de Fulton (Georgia); presenta, en muchos sentidos, similitudes con la foto del preso PO1135809. “El gesto es casi el mismo que ahora, aunque en ese entonces la corbata era roja”, añade dicha fuente.
Su toma de posesión como 47º presidente de Estados Unidos estará marcada por esta imagen, que, de hecho, es muy diferente a la de su primer mandato en 2007, donde se le veía más sonriente y en una fotografía mucho más luminosa.
Ahora, su equipo de comunicación ha enviado la foto a las agencias de prensa, posiblemente siendo conscientes de que provocaría un debate, como suele ser costumbre con el magnate republicano.
Recordemos que aquella foto policial se volvió viral; por ello, aprovechando ese impulso, su equipo la convirtió en un símbolo, presentándola como “un hombre inocente perseguido injustamente”.
Este suceso, que podría haber debilitado a cualquier otro candidato presidencial en los Estados Unidos, solo impulsó a Donald Trump a fortalecer su campaña de recaudación de fondos.
El propio equipo de transición no hizo referencia a la similitud entre ambos retratos, pero sí advirtió que esta no era una imagen cualquiera. “Se han publicado los retratos oficiales, ¡y son impactantes!”, declararon.