Foto: EFE
Este jueves, el parlamento de Austria aprobó la vacunación general obligatoria contra el coronavirus, tras recibir el respaldo de una amplia mayoría para la propuesta presentada por el gobierno en noviembre de 2021.
Con esta nueva legislación, Austria se convierte en la primera nación europea en implementar la vacunación general contra la COVID-19.
Todos los residentes del país mayores de 18 años deberán vacunarse, o enfrentarán multas que oscilarán entre 600 y 3,600 euros.
La ley entrará en vigor una vez que sea aprobada por el Consejo Federal a principios de febrero. Sin embargo, los controles y sanciones solo se implementarán tras una fase inicial que comenzará a mediados de marzo.
Además de las sanciones, el gobierno austríaco ha decidido implementar un sistema de incentivos, para el cual destinará aproximadamente 1,400 millones de euros.
Estas recompensas se conocen como la lotería de la vacunación.
Según este sistema, las personas que se vacunen recibirán vales que podrán canjear en establecimientos de gastronomía, servicios, o instituciones culturales y deportivas.
“¿Qué se puede ganar en la lotería de la vacunación? Vales. Y el bono tendrá un valor significativo, concretamente de 500 euros. ¿Por qué en forma de vale? Porque existe la posibilidad de que los comercios austriacos, la gastronomía, el turismo, así como los proveedores de servicios, la cultura y el deporte se beneficien de ello”, explicó el canciller Karl Nehammer.
Este sorteo no solo estará disponible para los no vacunados, sino también para aquellos que ya están protegidos y se sometan a una dosis de refuerzo.
Aproximadamente, se estima que una de cada diez personas podría recibir recompensas de esta manera. Además de la lotería, también habrá incentivos para las comunidades que alcancen ciertas tasas de vacunación.
Por ejemplo, los municipios que logren una tasa de vacunación del 80% recibirán 75 millones de euros, 150 millones de euros al alcanzar el 85%, y 300 millones de euros si llegan al 90%.
Quedan exentos de esta vacunación obligatoria las mujeres embarazadas, las personas que no puedan vacunarse por razones médicas, y aquellos que se han recuperado de una infección por coronavirus en los últimos seis meses.