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Las autoridades cubanas han manifestado estar preparadas para enfrentar nuevos casos de viruela del mono y brotes de cólera. Esta afirmación fue realizada por José Raúl de Armas, director del departamento de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de la isla.
Las declaraciones del experto se dieron en el marco de la IV Convención Internacional de Salud, poco tiempo después de que el mismo MINSAP desmintiera rumores sobre la posible aparición de más casos de viruela símica y cólera en la provincia de Artemisa.
“Nos encontramos en un nuevo contexto epidemiológico donde empiezan a surgir enfermedades para las cuales nuestro país se ha preparado y está enfrentando. Actualmente, nos referimos a la viruela símica y la reaparición del cólera,” comentó De Armas, según la agencia Prensa Latina.
En lo que respecta a la viruela del mono y su amenaza para la nación caribeña, el Ministerio de Salud ha intensificado la vigilancia en los puntos de ingreso al país y ha capacitado al personal de salud para la detección temprana de casos sospechosos.
El doctor también recordó que las autoridades sanitarias de Cuba han establecido un flujograma para la atención de pacientes con sospechas de la enfermedad y han implementado medidas de control de foco, así como unidades de atención para casos confirmados. Además, se han especificado las normas de bioseguridad para pacientes, familiares y proveedores de servicios, teniendo en cuenta el nivel de contagio y las formas de transmisión de esta patología.
En cuanto al cólera, aunque Cuba no ha declarado oficialmente ningún brote o caso de enfermedad, la situación que enfrenta la región del Caribe, especialmente en países como Haití y Venezuela, ha sido considerada preocupante por las autoridades sanitarias internacionales.
En lo que va de 2022, la epidemia de cólera ha mostrado un aumento acelerado en 22 países. La rapidez de transmisión es un aspecto que las organizaciones no gubernamentales han destacado, debido a los conflictos bélicos y el cambio climático. Además, los organismos internacionales están alarmados por el incremento en la letalidad de la enfermedad, la cual es tres veces mayor que en los últimos cinco años.