Justo después del anuncio de la flexibilización de algunas sanciones contra Cuba, la administración de Joe Biden reveló que adoptaría una postura similar con respecto a Venezuela y que aliviaría parte de las restricciones impuestas a ese país.
Las nuevas medidas están principalmente vinculadas al sector energético y de combustibles, y entre sus primeros pasos se incluye la renegociación de la licencia de Chevron en Venezuela.
Este gigante estadounidense es la última gran empresa petrolera que continúa operando en el país sudamericano, a través de la estatal PDVSA.
Esta decisión de Washington responde a una solicitud de la oposición venezolana, según declaró a CNN un alto funcionario de la administración gubernamental.
La estrategia formaría parte del proceso de negociaciones que Estados Unidos media entre el gobierno de Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó desde hace varios meses.
Aunque Estados Unidos permitirá que Chevron negocie su licencia con la petrolera estatal PDVSA, no permitirá la entrada en ningún acuerdo.
La Casa Blanca también ha estado buscando maneras de permitir que Venezuela comience a producir más petróleo y lo venda en el mercado internacional, reduciendo así la dependencia energética del mundo hacia Rusia, continuó la fuente.
No obstante, este alivio de las sanciones sólo avanzará mientras Maduro siga manteniendo discusiones significativas con la oposición.
