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Texto: Hugo León
Este jueves, se enfrentarán dos viejos rivales en un debate que tiene como telón de fondo la presidencia de EE. UU.: Donald Trump y Joe Biden, quienes se verán las caras por primera vez en esta contienda electoral.
A medida que se acerca la hora pactada para el debate televisado, las 9 de la noche, los partidarios de ambos candidatos, analistas y periodistas se preparan con expectativa. Los analistas son conscientes de que este evento será crucial y acaparará todos los titulares, mientras que los votantes comprenden que este debate tendrá un impacto significativo en el rumbo de las elecciones presidenciales.
Según los analistas, este es el momento decisivo, ya que quedan menos de cinco meses para las elecciones, y los candidatos tendrán la oportunidad de abordar cuestiones esenciales como la economía y la migración.
Sin embargo, hay quienes piensan que será un intercambio con escasas propuestas concretas y muchos ataques, incluso a nivel personal.
Es indudable que, dado que la emigración es uno de los temas candentes, para los cubanos el debate es tan relevante como para cualquier estadounidense.
Las propuestas que presenten los candidatos influirán en el futuro de cientos de miles de cubanos que han llegado a EE. UU. en los últimos años, así como de aquellos que aguardan en México e incluso en Cuba.
Se estima, por ejemplo, que más de 300 mil cubanos están esperando en la isla la confirmación del parole humanitario, una política implementada por Biden que, según muchos, podría desaparecer dependiendo del resultado electoral.
En esta ocasión, y a diferencia de debates previos entre ambos políticos, los micrófonos permanecerán silenciados durante todo el debate, excepto para el candidato que esté hablando, y no habrá audiencia presente en la transmisión en vivo.
Además, este debate será histórico, ya que es el primero entre un presidente en funciones y un expresidente. Por si fuera poco, es la primera vez que un candidato que ha sido declarado culpable de delitos federales se presenta a las elecciones.
Lo que ocurra en este debate presidencial, incluidos posibles errores, tendrá repercusiones para los candidatos en un país que se polariza cada vez más, lo que hace que resulte complicado hacer predicciones.
