Foto: Captura Video
El dúo cubano Buena Fé ha lanzado una nueva canción que seguramente resonará con muchos padres, ya que refleja una situación con la que muchos se han encontrado en algún momento de sus vidas. La temática gira en torno a ese momento inesperado cuando los hijos interrumpen a sus padres en plena faena sexual, una situación incómoda que suele ser considerada el elefante en la habitación que pocos se atreven a mencionar. O, en este caso, el hipopótamo…
Precisamente así, “El Hipopótamo”, es el título de esta pieza musical que el dúo guantanamero ha presentado recientemente, marcando un regreso a la picaresca que podría recuperar la atención de muchos de sus seguidores que se habían mantenido al margen. Con una propuesta divertida y creativa del realizador Leandro de la Rosa, el video ha recibido una gran aceptación en las redes sociales, con muy pocas críticas negativas.
Esta canción forma parte de “Morada”, el más nuevo álbum de Buena Fé, creado durante la pandemia de Covid-19, esos meses de cuarentena y convivencia constante que, por supuesto, dejaban poco espacio para momentos de intimidad… Producido por la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), el disco ya está disponible en las plataformas digitales, junto a un par de videos promocionales.
Sobre “El Hipopótamo”, la banda ha compartido que fue “un verdadero desafío creativo abordar, tanto en la canción como en el videoclip, una situación privada entre adultos. En ocasiones, un descuido o accidente puede involucrar a los más pequeños de la casa. Esta fue una experiencia común durante aquellos días de pandemia, así como en cualquier momento de la vida, cuando las situaciones nos llevan a compartir intensamente”, se lee en su canal de YouTube.
El sentido de la temática comienza a delinearse en los versos “Se abre la puerta, pero nadie atiende. Crueles e inocentes sombra inoportuna”, donde se observa a unos niños, con su curiosidad infantil, preguntando a papá qué le sucede a mamá y a mamá qué le hace a papá, interrumpiendo el «momentum» y aterrizando a los padres en su mundo, arruinando toda la química amorosa del momento.
“¿Es esta una canción para adultos que los niños puedan cantar? ¿O es una canción para niños que los adultos puedan entonar? Quizás esta podría ser la fórmula para salir del apuro,” reflexiona el dúo, y concluyen con un consejo valioso: “si te sorprenden con las manos en la masa, aprovecha y suelta. Al fin y al cabo, el hipopótamo tiene orejas pequeñitas.”
Mientras tanto, el espectador se preguntará qué rol tiene un hipopótamo en esta narración, pero un collage de estilo pop-art en las paredes de la habitación de los padres ofrece una pista: el rostro del animal, visto de frente, se asemeja a la espalda y grupa de una mujer cabalgando, y no precisamente en el contexto que uno podría imaginar…