Foto: RL Hevia
Los Leñadores de Las Tunas aplastaron a los Gallos de Sancti Spíritus con una contundente victoria de 12 carreras a 2, asegurando así el último pase a las semifinales de la polémica segunda edición de la Liga Élite del Béisbol Cubano.
El vigente campeón de la 62 Serie Nacional, ahora con refuerzos, cerró la fase con 20 victorias y 20 derrotas, uniéndose al grupo que ya conformaban Matanzas (25-15), el mejor equipo de la fase regular, junto a Industriales (21-19) y Artemisa (21-19), este último considerado una sorpresa por los analistas.
En contraste, el equipo espirituano (18-22) volvió a quedarse al borde de competir por el tan anhelado título del béisbol cubano, mientras las Avispas de Santiago de Cuba (15-25) ocuparon el último lugar desde casi el inicio del torneo sin conseguir salir de ahí.
Las batallas rumbo a la discusión del campeonato comenzarán el próximo 4 de enero, destacándose un enfrentamiento que se ha vuelto habitual en los últimos cinco años: Cocodrilos contra Leñadores. También será emocionante el duelo entre los Leones de la capital y los Cazadores de Artemisa.
Sin duda, el enfrentamiento entre los equipos dirigidos por Armando Ferrer y Abeisy Pantoja captará la atención mediática, ya que ha sido un encuentro recurrente en las últimas cuatro postemporadas de la Serie Nacional y ahora se traslada a la Liga Élite.
Matanzas parecía haber tomado la delantera sobre Las Tunas al eliminarlos en las semifinales de las series 59 y 60, así como en los cuartos de final de la 61. Sin embargo, el equipo del Balcón del Oriente tomó desquite en la más reciente edición, logrando vencer a los yumurinos en su camino hacia la obtención de su segundo título en el béisbol cubano.
Esta última batalla, que se resolvió a favor de los tuneros, tuvo lugar hace apenas unos meses, a finales de julio, aunque la situación de ambas escuadras ha cambiado, ya que se han reforzado con jugadores de otras provincias. En particular, los Cocodrilos cuentan con tres exjugadores de las MLB en su plantilla.
Los fichajes de Rusney Castillo y Dariel Alvárez, sumados a la habitual presencia de Erisbel Arruebarruena, se han convertido en los aspectos más destacados –quizás los únicos– de esta segunda versión de la Liga Élite que se aproxima a su recta final.
El evento, que introdujo un cambio de formato en comparación con su primera edición el año pasado, ha tenido más dificultades que éxitos, ya que no ha logrado captar la preferencia de la exigente afición. Según aficionados y expertos, se percibe como otro torneo creado por las autoridades del béisbol cubano que no dejará huella con el tiempo. Quizás, después de los playoffs, esa percepción pueda cambiar. ¿Quién lo sabe?