Foto: Roy Leyra | CN360
El hotel Saratoga, afectado severamente por una explosión provocada por un escape de gas en la mañana de este viernes, ha sido un lugar de alojamiento para numerosas celebridades a lo largo de su historia.
Este inmueble, que cuenta con 96 habitaciones, fue inaugurado en 1933, y su última renovación se realizó en 2005.
En tiempos recientes, ha sido acogedor de destacados personajes del mundo del espectáculo. Desde su apertura hace casi 90 años, se ha consolidado como uno de los mejores hoteles de la capital, recibiendo a diferentes famosos a lo largo de su trayectoria.
La última década ha reafirmado esta tendencia histórica. En 2013, Beyoncé y Jay-Z celebraron su aniversario de bodas en este icónico lugar.
Otras celebridades como Katy Perry, Kanye West, Leonardo DiCaprio, París Hilton, así como las hermanas Kardashian, Kim, Khloé y Kourtney, también han elegido el Saratoga para su estancia.
En 2017, Ozzy Osbourne visitó el hotel como turista y aprovechó la ocasión para filmar un documental para ‘The History Channel’.
Karl Lagerfeld, famoso diseñador, organizó y dirigió personalmente un desfile de modas en el Paseo del Prado de La Habana, que sería su primera pasarela en Latinoamérica, presentando la colección Crucero para la temporada 2016-2017.
Asimismo, en los archivos del hotel se encuentran registros de estancias de figuras como Marco Antonio Solís, Rihanna y Mick Jagger, quien visitó La Habana por primera vez en octubre de 2015 mientras exploraba la posibilidad de un concierto de los Rolling Stones en la isla.
Dicho concierto se llevaría a cabo el 25 de marzo de 2016 en los campos de la Ciudad Deportiva, con cerca de un millón de asistentes, según los organizadores.
Cinco meses después, Madonna llegó al Saratoga para celebrar su cumpleaños número 58, acompañada por su hija y un amplio grupo de familiares y amigos. Reporteros se congregaron frente a la entrada del lujoso hotel, esperando a la famosa cantante, bailarina, compositora, actriz, empresaria e ícono estadounidense.
Sin embargo, fue su hija Lola quien apareció con dos jóvenes, adentrándose en las calles de La Habana Vieja, mientras los reporteros, tras un rato de espera, decidieron marcharse ante lo que parecía una noche sin resultados.
Alrededor de la medianoche, Madonna ya no estaba en la Suite Capitolio del Saratoga, que ofrecía vistas al Capitolio Nacional y al Parque de la Fraternidad.
Por su parte, la “diva” había alquilado un conocido restaurante privado en el corazón del Centro Histórico, donde la policía mantenía acordonada el área, y los vecinos se agolpaban en la calle para escuchar a Madonna, quien cantaba y bailaba sobre una mesa, ataviada con un traje negro.