Texto: Hugo León
El gran país asiático, que había implementado una estricta política de «Covid cero» desde el inicio de la pandemia, ha reabierto por primera vez sus fronteras desde que se impusieron restricciones de viaje hace casi tres años, en marzo de 2020.
A partir de este domingo, los viajeros internacionales podrán ingresar a China sin la necesidad de realizar cuarentena, un cambio significativo en la estrategia de la nación asiática en su lucha contra la Covid-19, considerando lo rigurosas que han sido las medidas del gobierno chino durante la pandemia.
Esta decisión se toma en un momento en que el país está experimentando un aumento de casos y a pocas semanas de la celebración del Año Nuevo Lunar, que en 2023 será el domingo 22 de enero, con festividades que se extenderán por varios días.
De hecho, la noticia llega un día después del inicio del denominado «chun yun», un período de 40 días que es considerado la mayor migración anual en el mundo, y que ocurre alrededor del Año Nuevo Lunar.
Se anticipa que este año regresen al país decenas de miles de ciudadanos chinos que residen en el extranjero, y que en total se realicen hasta dos mil millones de viajes en este período, el doble en comparación con el calendario anterior.
Según medios internacionales, a quienes ingresen al país todavía se les solicitará una prueba de PCR negativa, realizada en las 48 horas previas al viaje.
El cambio de política no solo afecta a quienes lleguen por vía aérea; también se han relajado los controles fronterizos, ya que se eliminará la cuarentena para quienes ingresen al gigante asiático por esta vía.
Informes de diarios locales indican que muchas personas se dirigieron a los puntos de control que conectan a China con otras naciones, como Vietnam, y se abrazaron a sus familiares y amigos por primera vez desde 2020.
La agencia de prensa EFE reportó que decenas de miles de hongkoneses aprovecharon la reapertura de fronteras para ingresar a China este domingo.
Por otro lado, para la segunda economía más grande del mundo, la Covid-19 ha pasado de ser considerada una enfermedad de categoría A a ser clasificada como categoría B a partir de este 8 de enero, lo que implica su retirada de la lista de enfermedades infecciosas que requieren cuarentena y una relajación en la forma de enfrentarse a ella.
¿Qué fue la política de Covid cero?
Durante casi tres años, China mantuvo políticas de aislamiento y control de la Covid-19 que fueron consideradas entre las más estrictas del mundo. Los confinamientos, las pruebas obligatorias frecuentes y el cierre de fronteras fueron parte de esta estrategia de lucha contra la enfermedad, que tuvo su primer brote precisamente en el gigante asiático.
Como era de esperarse, estas medidas impactaron la economía, las cadenas de suministro nacionales y también a nivel global, debido al enorme tamaño del mercado chino y su influencia en la economía mundial.
Durante este tiempo, millones de personas vivieron bajo confinamientos masivos obligatorios, con aislamiento forzado y otras restricciones, lo que culminó en una serie de protestas a finales de 2022, un hecho poco común en el gobierno de Xi Jinping.
Posteriormente, el país comenzó a abandonar algunas de las prácticas de la política de Covid cero; tras ello, medios internacionales como la BBC informaron que solo en los primeros 20 días de diciembre se contagiaron casi 250 millones de personas en China, según un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de esa nación.