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“Los sueños se hacen realidad” fueron las palabras con las que el aclamado pianista cubano Chucho Valdés anunció que volvería a tocar junto a otros dos grandes de la música de la isla después de cuatro décadas sin hacerlo.
“Estoy emocionado de comunicar que después de 40 años sin tocar juntos, Paquito D’Rivera, Arturo Sandoval y yo nos reuniremos para rendir homenaje al proyecto que ha transformado la música cubana hasta el día de hoy”, escribió Chucho en su perfil de Facebook.
Este encuentro formará parte de la celebración por los 50 años de la agrupación Irakere, durante la cual Valdés realizará varios conciertos en diversas ciudades de EE. UU. en el próximo mes de febrero.
Según había anticipado el artista en la red social, las presentaciones iniciales se llevarán a cabo en Miami y San Francisco. La primera de ellas será el 9 de febrero en el Adrienne Arsht Center for the Performing Arts de la ciudad del Sol.
Después, se llevarán a cabo dos conciertos el 15 y 18 de febrero en el SFJAZZ Center, un espacio considerado el primer edificio independiente en EE. UU. diseñado para la interpretación y la educación del jazz, en San Francisco, California.
Además de Sandoval y D’Rivera, Valdés estará acompañado por otros músicos destacados como José Gola, Horacio “El Negro” Hernández, Roberto Vizcaíno Jr., Eddy de Armas Jr. y Carlos Averhoff Jr., entre otros.
“No se puede hablar de la historia de la música cubana sin mencionar a Irakere, y es reconfortante saber que muchas generaciones alrededor del mundo son el resultado de nuestro legado”, añadió el ganador de siete premios Grammy en su mensaje en Facebook.
Sin duda, Irakere revolucionó el género popular bailable en el mundo latino y posicionó el jazz como nunca antes en la escena musical cubana.
Sus inicios se remontan a 1962, cuando Chucho se unió al guitarrista Carlos Emilio Morales y al saxofonista Paquito D’Rivera para explorar y experimentar con nuevas ideas musicales.
A continuación, formó parte de la Orquesta Cubana de Música Moderna, donde Chucho se unió a otros jóvenes talentos como Enrique Plá (batería), Arturo Sandoval (trompeta), Jorge Varona (trompeta), Carlos Averhoff (saxo tenor) y Carlos del Puerto (bajo).
Sin embargo, con el tiempo, Valdés sintió la necesidad de un cambio y creó, junto a Del Puerto y Oscar Valdés, un trío que grabó el álbum Jazz Batá, incluyendo el tema “Irakere”.
En 1972, se presentaron por primera vez con el nombre de Irakere en el teatro Amadeo Roldán de La Habana, en el espectáculo Encuentro Latinoamericano, sorprendiendo al público con su fusión de ritmos latinos tradicionales, jazz, blues y música cubana.
Aunque inicialmente tuvieron dificultades para ser aceptados por las instituciones de la isla, en 1973 se autorizó su fundación, compuesta en sus primeros años por Chucho Valdés (piano, arreglos y composiciones), Oscar Valdés (cantante, percusión), Carlos Emilio Morales (guitarra), Carlos del Puerto (bajo), Jorge Varona (trompeta), Paquito D’Rivera (saxo), Bernardo García (batería), Lázaro Alfonso (congas) y Carlos Averhoff (saxo). Luego, se sumaron otros artistas como Enrique Plá (batería).
La historia de Irakere no estaría completa sin mencionar a otros talentos musicales que también formaron parte de sus filas, como Arturo Sandoval, Miguel Díaz “Angá” (percusión), Orlando Valle “Maraca” (flauta), César López (saxo alto), Germán Velazco (saxo tenor), Jorge L. Chicoy (guitarra), José Luis Cortés (saxo barítono y flauta) y José Miguel Crego “El greco” (trompeta), entre otros.
Su lista de éxitos comienza con su primer gran hit: “Bacalao con pan”, seguido por otros temas inolvidables como “Ese atrevimiento”, “Valle de picadura”, “Xiomara”, “Cien años de juventud”, “Estela va a estallar”, “Juana 1600”, “Dile a Catalina”, “Por romper el coco” y “Baila mi ritmo”, por mencionar algunos.
En su trayectoria cuenta con un premio Grammy, obtenido en la categoría de Mejor Grabación Latina en 1980, además de una nominación en esa misma categoría en 1981 por ‘Irakere 2’ y en 1999 fueron candidatos al galardón en el apartado de Mejor Álbum Tropical Latino con el fonograma ‘Babalú Ayé’.
