Foto: RRSS
Texto: Fede Gayardo
Las autoridades de Matanzas han procedido al cierre de la Mipyme D’Soto S.U.R.L., empresa asociada al exdeportista Javier Sotomayor, tras descubrirse una considerable deuda fiscal durante una auditoría.
De acuerdo con el perfil de Facebook ‘La Tijera’, la empresa privada tiene una deuda de nueve millones de pesos cubanos (CUP) con la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) en la provincia. Esta acción ha puesto en una situación legal comprometida a Dariel Sotomayor Rivero, administrador del negocio y hermano menor del exatleta, quien podría enfrentar cargos por evasión fiscal debido a su responsabilidad sobre la entidad.
D’Soto, considerada una de las Mipymes más destacadas en Matanzas, mantenía varios acuerdos de arrendamiento con distintas entidades estatales, tanto en esta provincia como en La Habana. La ONAT realizó una inspección de más de tres meses que culminó en la decisión de cerrar la empresa.
Asimismo, la mencionada fuente indica que Dariel Sotomayor mostró su descontento en Facebook, donde expresó su malestar por la decisión. En su mensaje, que ya no está disponible en la red social, evitó culpar al gobierno y afirmó: “Mi conclusión no es el país, ni el sistema, ni el gobierno, el tema son las personas y sobre todo uno mismo quien es que decide qué hacer y dónde quiere estar”.
No es la primera ocasión en que un negocio vinculado a la familia Sotomayor enfrenta problemas legales. En 2024, las autoridades clausuraron el Bar 245, propiedad de los Sotomayor y situado en Miramar, La Habana.
En esa ocasión, la ONAT de La Habana determinó que el establecimiento tenía una deuda que superaba los 50 millones de CUP, además de estar vinculado a actividades ilícitas como corrupción, tráfico de drogas y prostitución.
D’Soto se dedicaba al sector de la panadería y quedó registrada oficialmente en el Ministerio de Economía y Planificación el 24 de marzo de 2022 bajo el número 2570. Su sede estaba localizada en Limonar, Matanzas, y se especializaba en la elaboración artesanal de pizzas.
A través de su plataforma digital, también comercializaba productos importados y tenía conexiones con un negocio de envío de remesas, encargándose de la distribución de dinero a los beneficiarios en su zona de influencia.
Según información publicada en redes sociales, la auditoría fiscal reveló una deuda exacta de 8.632.820 CUP, lo que ocasionó un detrimento a las finanzas públicas. A pesar de haber pagado más de 10 millones de pesos en impuestos, la entidad fue clausurada por decisión de las autoridades.
