Foto: Cuba Noticias 360
En medio de una crisis sin precedentes relacionada con la disponibilidad de efectivo en el país, el Gobierno cubano ha hecho un llamado a aumentar el uso de los pagos electrónicos en diversos servicios, ya que “por cada peso en efectivo en circulación, solo se realizan tres centavos de forma digital”.
Siguiendo esta línea propuesta por la ministra presidenta del Banco Central de Cuba, el Ministerio de Transporte ha “establecido” el pago de rutas mediante el Código QR con la llegada de 20 nuevos triciclos a la provincia oriental de Guantánamo.
El propio ministro del sector, Eduardo Rodríguez Dávila, dio a conocer la noticia, marcando la primera vez en el país que estos medios y los de combustión podrán ser pagados por transferencia electrónica, aunque solo costando diez pesos en moneda nacional.
Aunque señalaron que también se aceptará efectivo, sería pertinente reflexionar sobre si, por ese pequeño monto de dinero – dado que diez pesos hoy no representan nada –, una persona estaría dispuesta a realizar la transferencia, especialmente considerando que son estudiantes o personas mayores quienes también utilizan el servicio. Los primeros, imposibilitados de obtener tarjetas bancarias, y los segundos, sin acceso a móviles o con poco conocimiento sobre el tema.
En Cuba existen dos pasarelas para realizar pagos a través del Código QR. La primera, EnZona, depende completamente de una conexión a internet que generalmente es inestable; y la segunda, Transfermóvil, la más popular, requiere obligatoriamente una línea móvil para su utilización.
Estos dos factores ponen en duda esta propuesta que, aunque comenzó en Guantánamo, es probable que se expanda al resto del país, especialmente en La Habana, la cual cuenta con la mayor cantidad de triciclos operativos y opciones de movilidad urbana.
Aunque este acontecimiento en la Isla es considerado una noticia, lo que deberíamos interpretar como “un avance” en un proceso normal en otros países, se convierte en una medida surgida por la imposibilidad de hacer frente al pago de diez pesos debido a la falta de efectivo en el país.