Autor: Hugo León
El 5 de julio marcará el fin de 132 días desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. Esta guerra, más que cualquier otro conflicto en décadas, ha mantenido a medio mundo en vilo y los analistas no prevén un desenlace cercano.
Hechos relevantes hasta la fecha
Luego de meses de tensiones y el despliegue de fuerzas militares rusas cerca de Ucrania, el 21 de febrero el presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk en la región del Donbás. Tres días más tarde, el 24 de febrero, las tropas del Kremlin cruzaron la frontera de Ucrania, dando inicio a los hostilidades.
El occidente consideró esto una invasión, mientras que Moscú lo denominó como una «operación especial».
Desde el 25 de febrero, las tropas rusas comenzaron su avance hacia las principales ciudades ucranianas, mientras el presidente Volódimir Zelensky hizo un llamado a la movilización militar general para proteger al país.
A medida que el conflicto se extendía por diversas regiones de Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea implementaron sanciones económicas y financieras contra Rusia, con el objetivo de debilitar su capacidad para llevar a cabo la guerra. Estas sanciones se han intensificado con el tiempo, afectando tanto a la economía rusa como a la global.
Uno de los momentos más críticos del conflicto ocurrió cuando Putin ordenó que las fuerzas de disuasión, que incluyen armas nucleares, estuvieran en estado de alerta máxima, lo que provocó una reacción de alarma en la OTAN y países limítrofes.
En los meses siguientes, las fuerzas rusas enfrentaron una fuerte resistencia al norte de Ucrania, incluyendo Kiev, pero lograron avances más significativos en el sur, según reportes de ambos bandos.
Para el 2 de junio, Rusia controlaba el 20% del territorio ucraniano, según declaraciones del propio presidente Zelensky.
Con Moscú prácticamente aislada en el ámbito internacional, Ucrania ha solicitado en varias ocasiones unirse a la Unión Europea. Este ingreso pondría al bloque comunitario al borde de un enfrentamiento directo con Rusia, y varios países de Europa son parte de la OTAN, lo que implica que Estados Unidos y otras naciones podrían entrar en conflicto.
Hasta el momento, la solicitud de Zelensky no ha sido aceptada. Sin embargo, el suministro de armas y equipo militar desde Estados Unidos y la Unión Europea a Ucrania ha sido constante.
Por otro lado, se han llevado a cabo conversaciones entre delegaciones de Rusia y Ucrania sobre el cese de las hostilidades en varias ocasiones, aunque sin resultados concretos.
El impacto humanitario de la guerra ha sido devastador. A inicios de marzo, más de 1.2 millones de personas habían dejado Ucrania en busca de refugio en países cercanos e incluso en Estados Unidos. Para principios de julio, esta cifra superaba los cinco millones, de acuerdo con fuentes de las Naciones Unidas.
Ambos lados se acusan mutuamente de violar convenciones y tratados internacionales sobre derechos humanos y de perpetrar crímenes de lesa humanidad.
La tensión aumentó nuevamente cuando Suecia y Finlandia, este último con más de mil kilómetros de frontera con Rusia, solicitaron unirse a la OTAN. Putin respondió indicando que tomaría medidas en respuesta, aunque luego afirmó que la decisión no le preocupaba en absoluto.
El presidente ucraniano también reconoció en junio que entre 50 y 100 soldados ucranianos mueren diariamente en el este, y sus asesores estimaron que alrededor de 10 mil soldados han fallecido desde el inicio de la invasión. Los líderes ucranianos también afirmaron que las bajas rusas superan las 31 mil, según reportes de EFE en ese momento.
Rusia aprueba ley que obliga a empresas a colaborar con el ejército
Recientemente, se ha informado que la Duma estatal de Rusia, la cámara baja de la Asamblea Federal, aprobó una ley que permite forzar a empresas y trabajadores a atender las necesidades del ejército “durante la lucha contra el terrorismo y otras operaciones fuera del territorio ruso”, refiriéndose a la invasión de Ucrania, que Putin califica como una operación especial.
Si el gobierno lo solicita, las empresas deberán proporcionar servicios al ejército o suministrarle bienes, y los trabajadores tendrán que aceptar posponer sus vacaciones o trabajar durante días festivos, fines de semana y noches, amplió el diario español El País.
Mientras tanto, los embajadores de los países de la OTAN firmaron hoy los protocolos de adhesión de Finlandia y Suecia al bloque militar, acercándolas a convertirse en miembros. Además, el ejército ucraniano informó que Rusia está preparando nuevos despliegues de tropas hacia la región de Donetsk.
Los expertos militares en Occidente afirman que se trata de una guerra de desgaste cuyo final es difícil de predecir. Algunos analistas, incluido el historiador Timothy Snyder, consideran que es el mayor desafío para Europa desde la Segunda Guerra Mundial.