Conflicto entre cubanos: Pichardo pone en duda el récord de Jordan Díaz en salto triple.

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Texto: Raúl del Pino

Foto: RRSS

La rivalidad más intensa que el atletismo ofrecerá en los Juegos Olímpicos de París ya tiene trama, con dos cubanos como protagonistas, aunque ninguno vista la bandera del país en que nacieron. El anticipado duelo entre Pedro Pablo Pichardo y Jordan Alejandro Díaz se planteó desde este miércoles, cuando el nacionalizado español, en su debut con los colores de su nueva nación, le arrebató al naturalizado portugués y actual campeón olímpico, el título del Campeonato Europeo, nada menos que con el tercer mejor triple salto en la historia.

La competencia entre ambos en el Estadio Olímpico de Roma fue una de las más rigurosas de todos los tiempos en esta especialidad, y es difícil decir que no sea la mejor, ya que nunca antes dos saltadores habían superado la barrera de los 18 metros en una gran final. Solo había existido un precedente, ocurrido en una parada de la Liga del Diamante hace casi diez años.

Sin embargo, la confrontación entre Pichardo y Jordan trascendió los límites deportivos. El evento fue precedido por declaraciones en la prensa e incluso un enfrentamiento en el comedor del hotel donde se encontraban los equipos de España y Portugal, un día antes de la disputa por las medallas. Tensión palpable, miradas desafiantes a menos de un metro de distancia, y la intercesión oportuna de otro cubano, este nacionalizado por Azerbaiyán, Alexis Copello, quien tuvo que apaciguar los ánimos.

🔎 Para que tengáis un poco de contexto de la rivalidad entre Pedro Pichardo 🇵🇹 y Jordan Díaz 🇪🇸.

Se llegaron a encarar en el comedor del hotel y Pichardo tuvo también palabras para Pedroso durante la final. #CORREDOR #Roma2024 https://t.co/KdfgwB9cvy

— CORREDOR (@soycorredor_es) 12 de junio de 2024

La tensión no se detuvo ahí; fue trasladada a la pista, donde ambos atletas la convirtieron en combustible para realizar las mejores secuencias de sus carreras. Aunque Pichardo se quedó a cuatro centímetros de su marca personal establecida en Cuba hace nueve años, su salto de 18.04 metros se convirtió en la tercera vez que supera esa marca alcanzada solo por unos pocos. Además, se unió al selecto club que solamente incluía hasta ayer al plusmarquista mundial británico Jonathan Edwards y al estadounidense Christian Taylor, los únicos otros dos saltadores en registrar tres marcas de 18 metros o más.

El mismo Pichardo probablemente no conocía esta información, pero sabía que esa secuencia le aseguraba retener la corona europea que ya había ganado en la competencia continental de Múnich 2022. En la historia del triple salto, solo se habían realizado 14 saltos de 18 metros, y tres eran de él. Para colmo, su joven y expresivo rival –pensaría el lusitano– apenas tenía experiencia internacional y ya enfrentaba suficiente presión con su debut usando la camiseta de España.

Todo lo contrario. A Jordan Díaz nada de eso lo afectó. Uno, dos, tres… cuatro saltos, cada uno mejor que el anterior. Una competición ideal para el habanero de 23 años que ni en sus mejores sueños pudo haber imaginado que vencería de tal manera a su compatriota y feroz rival. Tras un salto inicial aceptable de 17.56, logró un 17.82 que se quedó a cinco centímetros del récord español que había establecido en 2022. Con ese resultado, su actuación podía catalogarse como excelente, sabiendo que Pichardo ya había superado los 18 metros.

Pero Jordan no se detuvo ahí y logró más. En su cuarto intento, alcanzó 17.96. Nueva marca nacional en la disciplina, a solo mes y medio de los Juegos Olímpicos. La presión estaba planteada para París, aunque la victoria en Roma fue para Pichardo. Sin embargo, todo cambió. En su quinto salto, durante el vuelo, se apagó el medidor electrónico al pie del cajón de arena. Manos en la cabeza, segundos de espera, y la pizarra del estadio muestra el registro histórico: 18.18 metros para Jordan Díaz, tercera mejor marca de todos los tiempos.

Mientras el pupilo de Iván Pedroso celebraba eufóricamente con su entrenador, también cubano, las cámaras de televisión capturaban el rostro abatido de Pichardo. Sin embargo, el santiaguero no se rindió y salió en busca de la gloria. Aunque se quedó corto, logró un respectable 17.92 con el que hubiera triunfado en la mayoría de las competiciones en las que ha participado a lo largo de su vida.

¿Fin de la historia? Si a la magnífica velada bajo el cielo de Roma le siguieron cientos de crónicas y reportes de lo sucedido allí, Pedro Pablo Pichardo parece no haber podido lidiar con la frustración de haber perdido ante el chico de su mismo país de origen que previamente lo había –aparentemente– humillado públicamente.

El tercer capítulo de la saga entre ambos triplistas continuó este jueves, cuando el también campeón mundial de Eugene 2022 cuestionó públicamente en sus redes sociales la legitimidad del salto de su oponente español la noche anterior. “Me gustaría @europeanathletics, @worldathletics y los árbitros encargados que den una respuesta y una rápida explicación sobre lo que sucedió en la regla del salto en el momento en que el atleta de España hizo esa gran marca”, inquirió en su cuenta de Instagram, donde publicó un video del momento en que se apaga la pizarra digital junto al cajón.

Pichardo continuó expresando su alegato señalando que “en una competición de este nivel no es normal registrar una gran marca cuando la regla electrónica está apagada, el atleta ya sale del arenero celebrando sin siquiera ser consciente de dónde había aterrizado, ya que la regla estaba apagada pero parece que él ya sabía que me había adelantado incluso antes de la medición y sin que la regla electrónica estuviera activa. Nosotros los atletas sabemos que sin ninguna referencia es difícil saber si fue un buen salto o no, pero él ya lo sabía!!! ¿Por qué se conectó en sus 17.96 y no en el gran salto? Un minuto después de su gran salto, la regla comenzó a funcionar nuevamente y casualmente fui yo el siguiente en saltar. ¿Cómo es posible? ¿Por qué se apagó la regla electrónica en ese momento? ¿Cómo podemos saber que realmente era 18.18 m?”, cuestionó.

Más allá de si lleva razón o no en sus reclamos, un asunto que deberán abordar tanto el organismo rector del atletismo europeo como el mundial, a los que cita, es un hecho inusual que un deportista del nivel de Pichardo, quien ha sido el mejor de su especialidad en los últimos cinco años, donde ha conquistado las dos competencias clave del ciclo: los Juegos Olímpicos de 2021 y el Campeonato Mundial de 2022, protagonice conductas de este tipo que no lo favorecen.

Antes de lanzar una acusación de tal magnitud, debería presentar pruebas contundentes, y al no hacerlo, parece que no es así. Para las miles de personas en el mundo que están disfrutando de este espectáculo, la imagen de Pichardo, a pesar de su enorme talento y prestigio alcanzado hasta hoy, quedará como la de un atleta frustrado que no sabe aceptar la derrota. Para colmo, el propio Jordan respondió con una historia en sus redes donde usó varios emoticonos de figuras llorando. Sobran las palabras.

Eso sí, los medios de comunicación tienen suficiente combustible para avivar aún más este fuego, que alcanzará su clímax el viernes 9 de agosto en el Stade de France, el escenario designado para la final olímpica del triple salto. Si ambos logran llegar a esa definición, como todo el mundo espera, allí sabremos cómo concluirá esta batalla entre cubanos bajo otra bandera.

¡INDIRECTO, PERO CONTUNDENTE! 😱

Jordan Díaz 🇨🇺🇪🇸 llama LLORÓN a Pedro Pablo Pichardo 🇨🇺🇵🇹.

Todo esto, después de que el cubano-portugués se quejara de la veracidad de los 18.18 metros realizados por el cubano-español en el Campeonato Europeo de Atletismo.🔥 pic.twitter.com/M09zENK2Gn

— Deportes Andy Lans (@DeportesAndy) 12 de junio de 2024

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