El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, vuelve a acaparar titulares con una medida que, por lo menos, puede considerarse peculiar. En esta ocasión, el controvertido mandatario ha declarado la “guerra” a la moda occidental, prohibiendo el uso de skinny jeans y piercings, alegando que promueven un estilo de vida capitalista.
La decisión fue anunciada después de que el medio oficial norcoreano Rodong Sinmum alertara sobre la penetración de la “cultura capitalista” en el país, expresando su preocupación por el creciente interés de los jóvenes norcoreanos en las tendencias de la moda occidental.
“Debemos estar alerta ante cualquier indicio del estilo de vida capitalista y esforzarnos por erradicarlos”, afirmaba el artículo del periódico estatal, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Las nuevas normativas tienen como objetivo combatir conductas “antisocialistas”. Entre ellas se incluye la restricción de peinados “occidentalizados”, como cortes de cabello en punta y teñidos.
Para “guiar” a la población, se ha publicado una lista de peinados considerados “adecuados”.
Los medios internacionales también informan que están prohibidos los piercings en la nariz y labios, así como las camisetas de marcas comerciales.
Los integrantes de la Liga de la Juventud Patriótica Socialista, una organización juvenil estatal, tendrán la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de estas regulaciones y de prevenir que los norcoreanos utilicen vestimenta que aparente ser demasiado “extranjera”.