Foto: EFE
Texto: Hugo León
Este domingo, al menos 400 migrantes indocumentados, en su mayoría de nacionalidad venezolana, intentaron cruzar hacia Estados Unidos a través de un puente fronterizo, según informaron medios locales.
El incidente tuvo lugar en el Puente Internacional Paso del Norte, en Ciudad Juárez. De acuerdo a lo reportado por la cadena Telemundo, parece que alguien les proporcionó información errónea, lo que les hizo creer que podían cruzar.
No obstante, un funcionario mexicano citado por la misma fuente comentó que “lamentablemente los engañaron”.
Varios medios de comunicación estadounidenses mostraron videos donde se podía ver a los migrantes empujando en el puente y exclamando que deseaban pasar, entre ellos había jóvenes y hombres y mujeres con niños pequeños.
Los reportajes sobre la situación indican que algunas personas afirmaron haber esperado una respuesta durante meses, y que la aplicación del CBP no está funcionando adecuadamente.
Además, los migrantes denunciaron haber sido víctimas de robo y extorsión, mientras continúan sin respuestas a su situación.
El diario mexicano La Jornada informó que los migrantes se reunieron en la avenida Juárez y cerca del puente para exigir a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos que les permitieran solicitar asilo.
A continuación, levantaron las barreras de las casetas de peaje en el lado mexicano del puente, intentando ingresar masivamente a territorio estadounidense.
Una vez en el puente internacional, comenzaron a protestar, y los agentes colocaron barreras de plástico y alambres de púas para bloquear su paso. En respuesta, los manifestantes intentaron quitar las barreras, pidiendo ser recibidos como refugiados.
Reportes internacionales indican que los indocumentados fueron repelidos por agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes les lanzaron gas pimienta y balas de goma, y que algunos continuaron con una protesta pacífica antes de retirarse del cruce cerca de las cinco de la tarde del domingo.
Es importante recordar que hace unos meses, la administración de Joe Biden cambió su política migratoria, comenzando a negar el ingreso a la frontera con México.
Venezuela fue el primer país sudamericano al que se le ofreció un parole humanitario, permitiendo que un número específico de ciudadanos pudieran ingresar a Estados Unidos de manera legal y con permisos de trabajo por dos años.
Para acceder a este proceso, es necesario contar con un patrocinador estadounidense que represente a los ciudadanos de los países beneficiados (Venezuela, Cuba, Haití y Nicaragua). Además, se dejó claro que aquellos que intenten ingresar a Estados Unidos de manera ilegal no podrán solicitar asilo en el país.