Cristina Obín, la inagotable «Capitán Tormenta» de la televisión de Cuba.

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Imágenes: RRSS

Hace apenas unos días, celebró su cumpleaños una de las actrices más queridas de la Televisión Cubana: María Cristina Piñeiro Obín. Su legado en las pantallas de la isla perdura en la memoria de muchos, especialmente por su participación en una de las producciones más emblemáticas de las últimas seis décadas. Nos referimos a «El Capitán Tormenta», una serie dirigida por Erick Kaupp y emitida en vivo en 1974.

Inspirada en la novela del mismo nombre de Emilio Salgari y adaptada por el guionista Amado Cabezas, la serie mantuvo a la audiencia cautivada de principio a fin, creando un suspenso que pocas veces se había experimentado hasta ese momento en la televisión cubana.

El guionista reveló que el misterio en torno a la identidad de ‘El Guante Blanco’ se mantuvo hasta el episodio final, una estrategia que aumentó la tensión y la sorpresa hasta el último momento de esta propuesta audiovisual.

«La resolución en el capítulo final desveló quién era en realidad el enigmático personaje. La expectativa era tan intensa que mi amigo Erick Kaupp y yo decidimos no revelar la verdad ni siquiera a los cinco actores que podrían haber sido el sospechoso», comentó Cabezas.

El rol principal fue interpretado por Cristina Obín, quien dio vida al valiente Capitán Tormenta, un joven decidido a proteger Famagusta, en Chipre, de los ejércitos del sultán de Constantinopla.

Sin embargo, el personaje resultaba ser la Condesa de Eboli, quien asumía una identidad masculina para demostrar su valentía en el campo de batalla. La serie también contó con la actuación de destacados actores cubanos como Tony Delgado, Pastor Felipe, Norberto Blanco y Rogelio Leyva.

María Cristina Obín, graduada en Historia del Arte en la Universidad de La Habana en 1979 y formada en la Escuela Nacional de Arte (ENA), trabajó de manera constante durante casi tres décadas en teatro, cine, radio y televisión en Cuba, convirtiéndose en una de las actrices más apreciadas del país.

En una entrevista para la Televisión Cubana, Obín reveló que su conexión con el personaje del Capitán Tormenta nunca se desvaneció y destacó que actuar para los niños deja una huella imborrable en su memoria mientras crecen.

Aunque ese papel la hizo inolvidable para el público cubano, la actriz nacida en Holguín en 1950 también participó en otras producciones de gran relevancia como «Doña Bárbara», «Polvo Rojo» y diversas obras de «Teatro ICR».

En la década de los 90, Obín residió en Venezuela, donde siguió desarrollando su carrera artística. A inicios de los años 2000, regresó a Cuba con la intención de reincorporarse a los medios, pero una enfermedad le impidió llevar a cabo nuevos proyectos.

Sin embargo, tuvo la oportunidad de aparecer en el cortometraje «No somos nada», dirigido por Eduardo del Llano en 2014, y en la telenovela «La otra esquina», de Ernesto Fiallo en 2015.

Simultáneamente, Cristina Obín se aventuró en la literatura infantil, impulsada por la alegría de ser abuela y su amor por los niños. Comenzó a escribir poesía y, más tarde, narrativa dirigida a los más pequeños.

En 2006, publicó su primer libro, «Canciones para contar», seguido de otros títulos como «Casa de tela» (2010), «Otro Ratón Pérez» (2011), «Un sombrerito mambí» (2013), «Desconcierto en el concierto» (2013), «Pescando un sueño» (2014), «Dice la luna» (2015) y «La novia de Elpidio» (2018).

Desde 2022, Cristina Obín se estableció en EE.UU., desde donde ha continuado su labor como escritora. Gracias a su trayectoria en Cuba, sigue siendo una figura icónica de la televisión cubana, un medio que la inmortalizó como el inigualable Capitán Tormenta.

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