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Texto: Hugo León
Aunque el año que termina ha sido complicado y tal vez no haya mucho que celebrar, los cubanos que han tenido la oportunidad de reunirse con sus familias para celebrar la Navidad, así como quienes esperarán juntos la llegada del 2024, levantarán sus copas a la medianoche del 31 de diciembre para brindar y despedir el 2023.
En Cuba, es tradición disfrutar de cerveza y ron durante las festividades, pero para el brindis final siempre se reserva al menos una botella de sidra. Esto se debe a que durante años se pudo conseguir en las tiendas en CUC a precios bastante asequibles marcas como Mayador y otras similares.
Sin embargo, en la actualidad la sidra es más difícil de encontrar en las tiendas en MLC, y donde todavía está disponible, en las Mipyme, los precios han ido aumentando a medida que avanza diciembre. Si el 1 de diciembre se podía adquirir por mil pesos, ahora la más económica supera los mil 300.
“Todas son importadas”, comentó a este medio una dependienta de un establecimiento privado en Centro Habana que vende diferentes tipos de sidra. La más barata está a mil 350 pesos y las más caras alcanzan los dos mil 500.
En las ferias realizadas en la calle Galiano se ofreció bastante sidra, pero “se agotó rápidamente”, explicó. Ahora solo quedan algunas en puntos de venta más pequeños y menos conocidos o en las Mipymes que hicieron importaciones anticipadas previniendo la alta demanda para fin de año.
Por otro lado, algunos hoteles que celebrarán fiestas en la noche del 31 de diciembre han publicado sus ofertas, aunque los precios han subido en comparación con 2022. Naturalmente, en estos lugares el servicio incluye copas especiales y el tradicional descorchado realizado por un profesional.
En casa, donde cualquiera puede encargarse del descorchado, la tradición consiste en brindar con sidra, ya que esta bebida es más conocida y accesible para los cubanos en comparación con el champagne.
Este año, las Mipyme han sido responsables de importar decenas de miles de botellas, lo que ha permitido la llegada de nuevas marcas que antes eran desconocidas en la isla. Este fenómeno también se ha observado con las cervezas y las botellas de whisky, mientras que la conocida “Mayador” ha pasado a un segundo plano, no porque la gente no la prefiera, sino porque es más difícil de encontrar.
Para recibir el 2024 con sidra, como es costumbre, los cubanos tendrán que pagar casi el doble que el año pasado, lo cual no es sorprendente dado el impacto de la inflación y el constante aumento de precios que ha afectado al país durante los últimos 12 meses.
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