Texto: Viviana Díaz
Los iPhone son indudablemente unos de los teléfonos más populares en el mundo, gracias a su diseño innovador, la calidad de sus componentes y su sistema operativo, además de la exitosa campaña de marketing que respalda los productos del gigante estadounidense Apple.
En Cuba, la cantidad de usuarios va en aumento. Aunque disfrutan de diversas virtudes de este dispositivo, también enfrentan muchas desventajas en un país que podría considerarse “tecnológicamente” complejo.
Primero, es importante señalar que, aparentemente, para Apple Cuba no existe, lo que provoca que la mayoría de sus servicios y repositorios no estén accesibles desde el país.
“Para utilizar un iPhone y sus funciones, es necesario tener un Apple ID, cuya creación es imposible desde Cuba, ya que no está incluido en su lista de países. Este es el primer obstáculo. La solución implica que alguien te cree esa cuenta en el extranjero o alguna variante que talleres y especialistas realizan aquí por un costo determinado”, menciona Mariacarla Dausá, quien es usuaria de iPhone desde hace 6 años.
Superado este primer inconveniente, surge un segundo: las aplicaciones. Descargar o actualizar apps es sumamente complicado debido a que el acceso a la Apple Store también está bloqueado. Para llevar a cabo estos procesos, es imprescindible contar con una VPN. ¿Problema resuelto? No del todo, ya que una VPN también es una aplicación, por lo tanto, para descargar una VPN necesitas… una VPN. Afortunadamente, existen talleres de celulares y sitios especializados donde se instalan paquetes de aplicaciones y actualizaciones, incluso del sistema operativo.
No obstante, con iOS 14, la descarga de aplicaciones es posible utilizando datos móviles, así como también la actualización de apps instaladas sin necesidad de VPN.
Claramente, el uso de aplicaciones de pago no es una opción, ya que no se pueden emplear tarjetas bancarias emitidas en Cuba, un problema que afecta a todos en el país, no solo a los usuarios de Apple.
Dado que iOS es un sistema cerrado, lo que garantiza su seguridad, el intercambio de información y/o archivos con otros teléfonos de sistemas diferentes solo se puede realizar mediante la aplicación Zapya, y no a través de Bluetooth u otras vías, lo que puede complicar el traspaso de fotos, por ejemplo, con amigos o familiares que tengan teléfonos Android.
Asimismo, esto afecta la gestión de archivos del celular a través de una computadora, que requiere la instalación de programas como iTunes y iTools, especialmente si la computadora funciona con sistema Windows.
Para Ismario Rodríguez, otro obstáculo es la dificultad de encontrar de manera segura y oficial productos y piezas de iPhone, ya que no hay ningún lugar verificado por Apple que ofrezca asistencia y soporte técnico. Esto es un problema que afecta casi todas las marcas de celulares en Cuba, aunque algunas, como Samsung y Alcatel, tienen convenios con la empresa cubana de telecomunicaciones ETECSA.
Handrick Leliebre, quien usa iPhone desde hace casi una década, se queja de que hay varias aplicaciones que, aunque están disponibles para sistemas Android, no tienen versión para Apple. Esto es especialmente cierto con apps locales como Enzona o Transfermóvil, por poner algunos ejemplos.
A pesar de estas limitaciones, ninguna parece superar el deseo y satisfacción que representa tener un iPhone para sus usuarios. Al final, como dice un viejo dicho, “hay cosas por las que vale la pena el sacrificio”, y el iPhone parece ser una de ellas.