Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Entre las medidas mencionadas por el ministro de economía cubano Alejandro Gil durante las sesiones del parlamento, se destaca la creación de un mercado cambiario oficial para la compraventa de divisas, que reemplazaría el anclado e irreal de 1 por 25. Esta implementación se llevaría a cabo primero en el sector privado y, posteriormente, en las transacciones de los ciudadanos.
El anuncio realizado por Gil plantea diversas interrogantes, en lugar de brindar seguridad al mercado internacional e informal. No es la primera vez que las autoridades cubanas hacen este tipo de declaraciones. Hace unos meses, se anticipó esta medida, lo que ocasionó una caída en el tipo de cambio del dólar estadounidense y del euro en el mercado informal de la isla, que luego escaló nuevamente a niveles máximos debido a la falta de implementación de dicho anuncio.
Desde la despenalización del dólar estadounidense a inicios de la década de los noventa, el Banco Nacional ha mantenido una tasa fija y prácticamente inalterable. ¿Esta nueva tasa, que según el Ministro de Economía cubano será más realista y alineada con las transacciones del mercado, permanecerá siempre fija, ignorando las fluctuaciones naturales del mercado cambiario internacional, o se establecerá un mecanismo que permita su ajuste conforme a las condiciones económicas?
Un aspecto crucial a considerar al establecer esta nueva tasa cambiaria es la disponibilidad de divisas por parte del Banco Central de Cuba al momento de realizar transacciones, ya sea entre empresas estatales o privadas, o en las simples compras y ventas realizadas por los ciudadanos.
Aunque el nuevo paquete de medidas anunciado en la Asamblea incluye diversas estrategias para aumentar la captación de divisas en el mercado nacional, la situación actual de Cuba en este ámbito es compleja.
En este contexto, el economista Omar Everleny Pérez Villanueva recordó en un artículo que «Cuba no posee divisas, y las que tiene salen del país con aquellos cuya meta de vida no es quedarse en la isla. Cada cubano que se dirige a Estados Unidos y realiza el trayecto desde Nicaragua lleva consigo alrededor de 10 mil dólares. Si más de 100 mil cubanos han cruzado la frontera estadounidense en lo que va del año, eso implica que 1000 millones de dólares han abandonado el archipiélago».
Así, la implementación de esta nueva tasa cambiaria no solo representa un azar similar a un juego de ruleta rusa al intentar adivinar cuál será la cifra afortunada para este cambio, si se mantendrá la fija de 1×25 o se acercará más al valor informal de 1×118 (que era la cifra previa al anuncio gubernamental). Lo más relevante es que este tipo de información se comunique solo cuando exista un plan de contingencia claro y transparente para llevar a cabo las medidas, porque de lo contrario, solo se estaría jugando con una mera especulación en una economía como la cubana, donde el término precaria se queda corto.