Foto: Maykel González Vivero | Facebook
Textos: Redacción Cuba Noticias 360
Hace cuatro décadas, un grupo de jóvenes artistas y activistas en Santa Clara, liderados por el actor Ramón Silverio, decidió crear un espacio singular que les permitiera expresarse libremente y compartir su arte y cultura con la comunidad. Así fue como surgió El Mejunje, un centro cultural que se ha transformado en un ícono de la ciudad y un punto de encuentro para personas de todas las edades, géneros y orientaciones sexuales.
“El Mejunje, nombre que proviene de la tradición de ofrecer una infusión de diversas plantas y de la variedad de propuestas siempre promovidas por Silverio, fue ganando notoriedad en todo el país. Desde sus comienzos, ha sido objeto de críticas y ataques, y nada que se reprime, silencia, censura o limita deja de despertar el interés de quienes tal vez, sin esas presiones, nunca habrían considerado asistir a este lugar”, recordaba recientemente el poeta Arístides Vega.
Desde su fundación, ha representado un espacio inclusivo donde se han llevado a cabo todo tipo de eventos culturales y sociales, abarcando desde conciertos de música en vivo hasta exposiciones de arte, así como festivales de cine, teatro y danza. Sin embargo, lo que realmente distingue a este lugar es su firme compromiso con la diversidad y la defensa de los derechos humanos.
En un país donde la homosexualidad fue considerada ilegal hasta 1979 y continúa siendo estigmatizada en muchos sectores de la sociedad, El Mejunje ha sido un refugio para la comunidad LGBTIQ+. Aquí, las personas pueden sentirse libres para ser quienes son, sin miedo al rechazo o la discriminación. De hecho, muchos de los eventos organizados en El Mejunje tienen un enfoque queer y buscan visibilizar las realidades de las personas LGBTIQ+ en Cuba.
No obstante, El Mejunje no es únicamente un espacio para la comunidad LGBTIQ+. Es un lugar para todos aquellos que desean disfrutar del arte y la cultura en todas sus formas. En su 40 aniversario, El Mejunje sigue siendo un espacio fundamental para la cultura, el arte y el activismo en Santa Clara y en todo el país. Aunque el futuro es incierto, podemos estar seguros de que El Mejunje continuará siendo un lugar de encuentro y de lucha por la diversidad y los derechos humanos.