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El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología se encuentra trabajando en un innovador proyecto farmacéutico centrado en el tratamiento del infarto cerebral. Según menciona la doctora en Ciencias Diana García del Barco, el medicamento CIGB-845 tiene como objetivo principal proteger la zona del cerebro que rodea el tejido infartado.
García del Barco, quien lidera el Proyecto de Neuroprotección de la División de Investigaciones Biomédicas del centro, compartió en una entrevista con el periódico Granma que “hasta la fecha hemos realizado un estudio clínico de fase I/II (Courage), en pacientes con infarto cerebral agudo, cuyos resultados han sido satisfactorios en términos de disminución de la discapacidad ocasionada por el infarto”.
El código CIGB-845 designa este proyecto, que busca desarrollar una alternativa terapéutica mediante la combinación del factor de crecimiento epidérmico (EGF) y el péptido 6, que libera la hormona de crecimiento (GHRP6), con el propósito de tratar enfermedades neurodegenerativas y cerebrovasculares.
Como parte de la evaluación de la efectividad de este potencial medicamento, se han llevado a cabo pruebas preclínicas en modelos experimentales “donde hemos podido reproducir enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica y el infarto cerebral, cuyos resultados han validado la capacidad neuroprotectora de la combinación EGF + GHRP6”, añade la doctora.
Con base en estas evidencias de eficacia terapéutica y seguridad farmacológica, el equipo de investigadores planea avanzar Courage—nombre del estudio— hacia las fases III y IV, que contemplan una mayor inclusión de pacientes afectados por esta condición.
“A mediados de 2021 se concluyó con la fase de inclusión de los pacientes que participarán en el estudio clínico de fase III, titulado Courage 2”, adelantó García del Barco. “La solicitud de registro dependerá de los resultados de este estudio, los cuales se esperan obtener durante este año. Si los resultados son positivos, se solicitará un registro condicionado para usos clínicos específicos, lo que no excluye la continuación de las investigaciones básicas y preclínicas relacionadas con el proyecto”, confirma.
El fármaco busca evitar que las células más cercanas al núcleo o centro del infarto cerebral sean perjudicadas por la ola expansiva de productos tóxicos y desechos liberados por las células dañadas a causa del accidente cerebrovascular, ya sea por falta de oxígeno o por otras razones.
La doctora también menciona que “para otras enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis lateral amiotrófica, el soporte trófico que proporciona la intervención con EGF + GHRP6 puede contribuir a ralentizar el avance debilitante de esta enfermedad (ya que el único medicamento disponible ofrece un beneficio clínico muy limitado)”.