Foto: Roy Leyra | CN360
El ministro cubano de la construcción, René Mesa Villafaña, afirmó ayer en el programa televisivo Mesa Redonda que este año se tiene como objetivo construir 37 mil 991 viviendas y aumentar la producción en todas las áreas relacionadas con la construcción, un sector fundamental para el bienestar de la población.
Según lo declarado por el ministro, de las viviendas programadas, 15 mil 721 serán edificadas por el sector estatal, 11 mil 786 serán células básicas habitacionales, y 10 mil 484 se llevarán a cabo a través del esfuerzo propio de la ciudadanía.
Además, se planea rehabilitar más de 14 mil hogares y conservar más de 21 mil.
A pesar de estas cifras, que superan considerablemente lo realizado en el año anterior, el ministro reconoció que estas cifras todavía están muy por debajo de las necesidades de la población y de la detención del deterioro existente.
En cuanto a la producción de materiales, Mesa Villafaña indicó que se contempla el suministro a los constructores de más áridos como arena natural y piedra. También se mejorará la producción de cemento, ladrillos de barro, bloques de hormigón, mosaicos y baldosas para piso.
Respecto al cemento, se prevé que la producción aumente hasta 1 millón 400 mil toneladas, en comparación con las 800 mil toneladas del año anterior, precisó.
En referencia a los pisos de cerámica, de los cuales se lograron 1 millón 370 metros cuadrados en 2021, dijo que este año se proyecta más de dos millones; mientras que para el 2024 el plan debería ser de más de tres millones.
¿Se suelen cumplir estos planes?
A pesar de los prometedores planes, en el ámbito de la construcción, al igual que en muchos sectores en Cuba, las proyecciones no siempre se cumplen. En 2021, por ejemplo, los planes de construcción de viviendas en el país se cumplieron solo en un 42 por ciento, tal como reconoció en marzo de este año el propio René Mesa Villafaña.
En ese año, el único organismo estatal que cumplió con las casas comprometidas fue el Ministerio del Interior, y se rehabilitó apenas el 41 por ciento de los locales previstos. Según las autoridades del país, el impacto del bloqueo y las dificultades derivadas de la pandemia de Covid-19 están entre las causas de los incumplimientos.
En el encuentro anual del sector, el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, instó al Micons a no aceptar más justificaciones y a cumplir su rol como rector en el programa de la construcción, tan crucial para el país.
El año 2020 también estuvo por debajo de las expectativas. En ese período se terminaron poco más de 32 mil viviendas, 11 mil 700 menos que en 2019, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Mientras tanto, la construcción en el sector turístico no se detiene. Este sector, el más relevante para la economía del país, ha reportado miles de nuevas habitaciones en los últimos años, y Cuba aspira a aumentar su capacidad turística a 95 mil habitaciones para el 2030, de acuerdo con el ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda.
Según informes del diario estatal Granma, la isla ofrece proyectos de inversión extranjera para la construcción de un hotel cinco estrellas en Santa Lucía, Camagüey, y otro en Banes, Holguín, también de la misma categoría.
Asimismo, en la capital se están construyendo varios hoteles y se proyectan otros. Por ejemplo, se está trabajando en la construcción de un nuevo hotel y una terminal de cruceros en el edificio de la Aduana en La Habana Vieja, así como otro hotel en el antiguo restaurante Moscú, en el Vedado, y en marzo pasado abrió sus puertas el Grand Aston La Habana, en la calle Primera, también en el Vedado, con 600 habitaciones.
Política de subsidios en Cuba
Al finalizar 2020, el fondo habitacional en Cuba era de 3 millones 946 mil 747 viviendas, de las cuales el 63 por ciento se encontraban en buen estado técnico, según informó el Micons. En un esfuerzo por mejorar e incrementar el fondo habitacional de la isla, el gobierno ha impulsado desde hace años un programa de subsidios que permite a las personas reparar sus casas o construir nuevas con esfuerzo propio, utilizando créditos otorgados por el Estado.
Esta política brinda una oportunidad a aquellos que no cuentan con los recursos necesarios para llevar a cabo una construcción, siendo una salvación para cientos de familias beneficiadas. Sin embargo, su implementación aún dista de los niveles que podrían alcanzarse, como han reconocido en múltiples ocasiones las máximas autoridades del país.
En octubre de 2021, la Asamblea Nacional del Poder Popular presentó los resultados de una auditoría al Ministerio de la Construcción, donde se reportó el decrecimiento en la construcción de viviendas y se señalaba la insatisfacción de la población por la lentitud de los trámites, la pérdida de recursos materiales, los subsidios inconclusos de años anteriores y los recursos financieros inmovilizados en los bancos, también por concepto de subsidios, pública Cubadebate.
Los subsidios en Cuba oscilan desde 14 mil 149 pesos para acciones de conservación menores, hasta 188 mil 560 pesos para la construcción de células básicas habitacionales. Sin embargo, según la experiencia de varios beneficiados con esta política, las demoras son numerosas y el papeleo puede extenderse durante meses o incluso años.
En conversación con Cuba Noticias 360, una beneficiaria de un subsidio comentó que esta complicada tarea no está exenta de corrupción, pues ella misma presenció cómo algunas personas lograban acceder al subsidio más rápidamente tras ofrecer obsequios a los funcionarios de su municipio; además, otros propietarios de viviendas en buen estado intentaban tramitar remodelaciones a pesar de que otros lo necesitaban con más urgencia.
Es fundamental que se realice una supervisión constante sobre a quién se les otorgan los fondos y materiales, consideró, ya que los recursos del Estado, que son limitados, no deberían llegar a manos de todos, sino a aquellos que realmente los necesitan más.
A todo esto, los materiales de construcción son escasos y, como resultado, sus precios han aumentado desmesuradamente en el mercado negro cubano. Un saco de cemento doble puede costar mil 300 pesos y el cemento cola hasta cinco mil.
Los azulejos y losas de piso ofrecidos en Revolico y otros sitios de compraventa rondan los mil 900 pesos por metro cuadrado. Los propios vendedores indicaron a Cuba Noticias 360 que los precios varían de un día a otro ya que ellos no son los productores y reciben los materiales a precios cada vez más altos. Literalmente, no sabemos dónde va a parar esto, y las ventas son escasas porque no todos pueden costearlo, señaló uno de los vendedores.