Texto: Héctor García
A lo largo de varios meses, diversos organismos internacionales, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reconocieron la gestión de Cuba en la lucha contra la pandemia de Covid-19. La Isla logró mantener los contagios diarios en cifras mínimas gracias a una medida sencilla pero efectiva: el distanciamiento social obligatorio.
La cuarentena impuesta en el país dio resultados inmediatos: mientras que en Bélgica, Portugal o Grecia (todas naciones europeas con alrededor de 12 millones de habitantes y entre las 50 economías más grandes del mundo) las cifras se disparaban a decenas de miles de casos, Cuba, que cuenta con aproximadamente la misma población y un PIB muy inferior, mantenía sus índices de infección y mortalidad entre los más bajos del mundo.
Sin embargo, el tiempo continuó su marcha y la misma cuarentena que salvó la salud de miles impactó severamente la economía cubana, que ya se encontraba en crisis. Así, se implementó una apertura gradual hacia una “nueva normalidad”, que incluye el uso obligatorio de nasobucos, protocolos de higiene, y limitaciones en los servicios de lugares públicos, entre otros.
No obstante, la alarma ha vuelto a sonar en la Isla. Esta semana se han reportado las dos cifras más altas de contagios en todos los meses de pandemia en el país. El 3 de noviembre, el número se elevó a 109 casos, y el sábado 5 se contabilizaron 104, cifras que superan con creces las reportadas antes de la primera cuarentena impuesta.
De los diagnosticados el sábado, 102 son cubanos y dos extranjeros. Cabe resaltar que 42 de estos casos tienen su origen en el extranjero, lo que reafirma la preocupación de muchos sobre el riesgo que representa la apertura de fronteras. La geografía de la Isla ofrece una protección natural adicional contra la pandemia, pero la apertura de los aeropuertos, como el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana que reanudó actividades el 15 de noviembre último, anula dicha ventaja.
En los aeropuertos hay tres líneas de vigilancia epidemiológica: 1) análisis de documentos y certificación de la aeronave por un médico o especialista en higiene y epidemiología; 2) toma de muestra para PCR; y 3) medición de la temperatura al viajero antes de salir de la instalación. Asimismo, los viajeros internacionales deben permanecer en aislamiento domiciliario por diez días, y al quinto día se les realiza una segunda prueba de PCR. Sin embargo, los números muestran que todas estas medidas no parecen ser suficientes.
El transporte también representa un foco de preocupación. La cantidad de guaguas y taxis en Cuba no ha aumentado, mientras que el número de personas en las calles accediendo a ellos para trasladarse sí lo ha hecho. Por ende, el distanciamiento social en guaguas y otros medios de transporte privados prácticamente no existe.
En cuanto a las colas, hay poco que decir, pero mucho que desear. Abundan, y a pesar de los esfuerzos de los oficiales de orden público, es complicado mantener el distanciamiento social y demás medidas de prevención contra la Covid-19 en medio de los tumultos necesarios para abastecerse de alimentos y productos de primera necesidad.
¿Lo anterior significa que se acerca una nueva cuarentena?
Aunque ha aumentado recientemente la cantidad de infectados por Covid-19, las autoridades cubanas no han mostrado ningún indicio de que se tomen tales medidas. A juicio de los expertos, resulta muy difícil implementar algo así en este momento. El costo económico de un tercer cierre parcial o total del país sería demasiado elevado; por lo tanto, la estrategia más viable es mantener los índices de contagio en un rango “manejable” para el Estado y las instituciones de salud.
Los sectores más dinámicos de la economía cubana, como el turismo —en el que se han invertido millones de dólares en los últimos años— dependen de la llegada de visitantes; otros sectores dinámicos como el privado —que contaba con más de 605 mil trabajadores registrados en 2019— también dependen de un país abierto y en consumo de servicios.
¿Tiene Cuba los recursos necesarios para hacer la situación sostenible? A pesar de las dificultades que enfrenta su sistema de salud pública, según datos oficiales, desde 2019, Cuba cuenta con unos 9 médicos por cada mil habitantes, cifra significativamente superior a la de otros países de la región. Además, Cuba fue el primer país latinoamericano y caribeño en desarrollar un candidato vacunal contra la Covid-19, y en la actualidad cuenta con cuatro medicamentos en distintas fases de estudio.
Las cifras de contagios parecen no alarmar tanto al cubano, ya que en la televisión nacional no se dedica un espacio diario a informar sobre el tema —a diferencia de los primeros meses de la pandemia—, pero esa confianza característica, si se convierte en descuido, podría tener graves consecuencias y ser difícil de revertir. Las alarmas han sonado; es responsabilidad de las autoridades y de la población de la Isla otorgarles la importancia que merecen, o no.