Foto: Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol
Texto: Hugo León
Luego de un doloroso error del cuerpo técnico que impidió a Cuba competir por la medalla de oro en el Premundial sub-15 en Venezuela, los jóvenes peloteros cubanos lograron una victoria contundente ante la selección de Puerto Rico, asegurándose así la medalla de bronce en el torneo.
Este sábado, los jóvenes cubanos salieron al campo dispuestos a darlo todo, como lo habían hecho en cada uno de sus encuentros anteriores. Su esfuerzo fue tan grande que lograron superar a sus oponentes con un marcador de 11 carreras a 1, algo que muchos consideraban improbable tras el duro golpe a sus aspiraciones por la medalla dorada.
Desde el primer inning, los dirigidos por Luis Manuel Góngora tomaron la delantera con seis anotaciones, exhibiendo un bateo certero que parecía interminable.
Más adelante, en la quinta entrada, sellaron el partido con cinco carreras adicionales, logrando así el nocaut sobre sus rivales. En la ofensiva, sobresalieron Alejandro Cruz, quien conectó un doble y un triple en cuatro turnos al bate, impulsando tres carreras, y Alejandro Prieto, que logró un 2-2, con un triple y dos carreras impulsadas.
Los cubanitos cerraron el torneo de manera excepcional, mostrando una gallardía deportiva que fue reconocida por numerosos medios especializados, quienes cubrieron el evento.
La medalla que Cuba disputaba podía haber sido la dorada, ya que el viernes anterior habían asegurado su pase a la final tras vencer a Venezuela. Sin embargo, la alegría fue efímera, pues una reclamación evidenció que el cuerpo técnico cubano había infringido las reglas del torneo.
Según un informe del medio estatal Juventud Rebelde, que realizó una investigación al respecto, el error se debió a la utilización del pitcher Danel Reyes, quien había lanzado 58 lanzamientos el miércoles contra Panamá y, de acuerdo a las normativas de la competencia, necesitaba descansar al menos dos días antes de regresar al montículo.
No obstante, Luis Manuel Góngora, director del equipo, decidió utilizarlo nuevamente el viernes como segundo relevista.
Como consecuencia, el partido fue confiscado, lo que permitió que Venezuela accediera a la final, mientras que Cuba tuvo que conformarse con jugar por el tercer puesto, que finalmente logró ganar.
El director asumió la responsabilidad por la pérdida en declaraciones al periodista Norland Rosendo, de menciona; pidió disculpas al pueblo y a los aficionados. Reconoció que fue un error enorme y costoso.
Tan significativo fue el error, que aunque no comprometió la clasificación de Cuba al Mundial, sí truncó las aspiraciones del equipo cubano, que podría haber conquistado el título en este torneo.
Cuba era, en efecto, el principal contendiente por la medalla de oro en un torneo que la isla nunca ha ganado. Los cubanitos lideraron durante la fase de clasificación y demostraron su fortaleza al imponerse en semifinales con una notable remontada, lo que, según los comentaristas, resaltó su sólida actuación.
El equipo tenía un fuerte deseo de conseguir la medalla de oro, pero el error del cuerpo técnico arruinó ese sueño.
Los comentarios en redes sociales fueron contundentes al conocerse la situación, al igual que las opiniones de figuras autorizadas como Gregorio Oquendo, comentarista de radio, Aliet Arzola, periodista deportivo cubano, y Andy Vargas, destacado narrador: es un claro ejemplo de mediocridad y falta de profesionalismo.