Foto: Maria José Escolar | Facebook
Texto: Fede Gayardo
La XV edición de la Bienal de La Habana iniciará hoy, 15 de noviembre, bajo el lema “Horizontes compartidos”, en medio de la crisis energética que vive Cuba, el impacto de dos huracanes y los efectos de dos potentes terremotos.
Este evento artístico se llevará a cabo hasta el 28 de febrero de 2025 en la capital cubana y en otras ciudades del país, con la participación de casi 400 artistas, de los cuales 230 son internacionales.
Nelson Ramírez, director de la Bienal, declaró a la agencia de noticias EFE que la intención de su lema es demostrar que “más allá de todas las diferencias, compartimos el mismo horizonte, la misma cultura y el mismo planeta”.
A pesar de la crisis multisectorial que enfrenta la isla, las autoridades cubanas han mantenido que el evento evidencia “la capacidad del arte para brindar esperanza a las personas”.
Esto fue respaldado por Ramírez, quien afirmó que “el arte, sin lugar a dudas, tiene esa habilidad de ofrecer esperanza a las personas y de ayudarles a encontrar soluciones a los problemas que puedan enfrentar”.
Durante la presentación del programa oficial del evento, el también director del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam mencionó que “un evento de esta naturaleza promueve el desarrollo social en todos los aspectos”.
Asimismo, opinó que una situación adversa no debería ser un impedimento para un evento cultural de este tipo, ya que “ha habido más bienales desarrolladas en condiciones difíciles que en un entorno de bonanza económica”.
A pesar de las expectativas del directivo, el comité organizador tuvo que lamentar el retraso en la instalación de varias obras que debían estar montadas en las calles de La Habana. Dos días antes del inicio del evento, algunas intervenciones aún no estaban listas debido a la falta de materiales o a las condiciones climáticas en la isla.
El comienzo de este año se marcará con la muestra colectiva “Pequeñas historias sin nombre”, a partir de la cual el público podrá disfrutar de numerosas exposiciones y actividades paralelas, que incluirán performances, presentaciones en vivo y eventos teóricos.
Ramírez amplió para el medio citado que “la bienal interactúa con el público y es fascinante observar cómo convertir a una persona sin vínculo con el arte en un medio para el mismo. No se trata solo de acercar el arte a la gente, sino también de involucrarlos en él hasta que forme parte de sus vidas”.
Este es uno de los principios fundacionales de la Bienal, que, según su director, sigue vigente, ya que es esencial “la colaboración entre los artistas y el público, llevar el arte a la gente”.