De la cocina a la billetera: la historia de la pizza en Cuba.

Lo más Visto

Imágenes: RL Hevia

La evolución más reciente de la pizza en Cuba ha estado marcada por cambios significativos. Según la perspectiva que se adopte, podemos evaluar con mayor exactitud el recorrido de este apreciado alimento.

Si contamos con escasos recursos económicos, es fácil afirmar que la evolución de la pizza ha ido en sentido inverso, ya que lo que antes costaba 5 o 10 pesos ahora asciende a 200, y además, con una calidad inferior a la de antaño. Sin embargo, si la situación económica es más favorable, podemos optar por pizzas que valen entre 1000 y 1500 pesos o incluso más, con una elaboración exquisita y una variedad de opciones disponibles.

Con el auge del sector privado, también han aumentado la variedad y calidad de las pizzas. En cafeterías privadas o restaurantes de mayor categoría, se pueden encontrar ofertas que solo son accesibles para una minoría: pizzas de jamón, hawaianas, doble queso, atún, camarones… opciones que se pueden adquirir si uno está dispuesto a pagar el precio.

No son pocos los cubanos que tienen historias que compartir sobre estas pizzas callejeras, que si bien antes eran un manjar muy buscado, hoy quedan como una de las opciones alimenticias más viables cuando el estómago y el presupuesto ejercen presión.

El incremento en los precios se debe en gran parte a la escasez de harina en el país y al elevado costo que implica conseguirla, sin contar los demás ingredientes esenciales para su preparación.

A pesar de las fluctuaciones en los precios y las disparidades en la calidad de las pizzas, es importante resaltar la tradición única que se mantiene en su elaboración, tanto entre aquellos que se dedican a este negocio en el país como en el exterior.

La realidad es un claro reflejo de esto. De hecho, el cubano Miguel Sánchez fue galardonado en 2004 como el segundo mejor pizzero del mundo durante un evento global en Argentina, donde compitieron más de 174 participantes. Así es, solo fue superado por el argentino Daniel Gabrielli, quien, además, «competía en casa».

Aunque Miguel reside en Argentina, su premio demuestra que los cubanos están en la elite de la pizza a nivel mundial. Sin embargo, en la isla, la calidad de este alimento puede variar considerablemente y su mejor oferta suele estar reservada para unos pocos.

Más Noticias

Últimas Noticias