¿De qué manera se administra la asistencia humanitaria? | Cuba Noticias 360

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Imágenes: Roy Leyra

Escrito por: Darcy Borrero

Ante la grave crisis sanitaria que enfrenta Cuba, especialmente en la provincia de Matanzas, cubanos tanto dentro del país como en el extranjero se han organizado de diversas formas para solicitar ayuda humanitaria. Esto es lo que une a todos ellos.

La percepción de la mejor manera de reducir el número de cubanos enfermos y aumentar la tasa de supervivencia ante la COVID-19, junto con la escasez de medicamentos e insumos en un sistema de salud pública al borde del colapso, varía en cada caso.

Las iniciativas ciudadanas, algunas de las cuales estaban en marcha desde antes y se consolidaron tras el tornado que azotó municipios de La Habana el 27 de enero de 2019, han permitido establecer canales de ayuda entre ciudades como Madrid y La Habana, o Miami y Matanzas. Cubanos que viven en el extranjero han creado una red de asistencia gracias a la solidaridad de muchos que han donado medicamentos y fondos para su adquisición. En La Habana, también hay ciudadanos que se movilizan para entregar donaciones a diferentes partes del país.

Una de estas iniciativas es una petición en línea que solicita que los cubanos que residen en el exterior puedan viajar a Cuba para entregar productos de primera necesidad, sin las barreras aduaneras, presentando una prueba de vacunación contra la COVID-19.

Iniciada a finales de abril en la plataforma Change.org, la solicitud tenía como objetivo alcanzar al menos 500 firmas (ya ha superado las 7600). Está dirigida al presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al Consejo de Estado y de Ministros, a la Cancillería y al Ministerio del Interior. Para ese momento, el país ya se enfrentaba a una crisis que ha empeorado. Según el informe de Salud Pública sobre COVID-19 publicado el 9 de julio, había 53,106 pacientes ingresados, 16,533 sospechosos, 8,368 bajo vigilancia y 28,205 personas confirmadas como activas.

La cifra más preocupante fue de 6,750 nuevos casos positivos de COVID-19 en varios días consecutivos, a partir de un total de 49,198 muestras realizadas.

En este contexto, el llamado a la ayuda humanitaria cobra relevancia, aunque los términos utilizados no han sido del todo claros ni implican las mismas acciones de acuerdo con el Derecho Internacional. Algunos hablan de «ayuda», otros de «intervención», y otros de «corredor humanitario». En los tres casos, se utiliza el término humanitario.

“La acción humanitaria está estrechamente vinculada al Derecho Internacional Humanitario y a ciertos principios jurídicos fundamentales, considerados ‘inviolables’ por el Tribunal Internacional de Justicia”, establece un documento de la Cruz Roja, que define la acción humanitaria como “el esfuerzo del derecho y de los agentes humanitarios para proteger la dignidad del ser humano en todas las circunstancias, especialmente en las más críticas y urgentes”.

“Exigimos al Gobierno de Cuba que habilite un corredor de vuelos humanitarios para que los cubanos en el exterior podamos viajar a Cuba y entregar productos de primera necesidad, sin restricciones aduaneras, presentando pruebas de estar vacunados contra la COVID-19”, menciona la petición del Corredor Humanitario a Cuba, que sigue vigente.

“Además de la urgencia de los activistas atrapados y aislados, estamos conscientes de que el pueblo cubano está enfrentando una crisis humanitaria. Cada día vemos imágenes de niños con sarna y estafilococos sin tratamiento. Se prevé un aumento de las infecciones de transmisión sexual, sin acceso a métodos de protección. ¡Firmen para exigir que permitan vuelos humanitarios a Cuba!”, se afirma en el párrafo inicial del comunicado que originalmente circula entre el grupo Feministas Cubanas.

El mensaje no ignora la grave crisis sanitaria, la falta de medicamentos, alimentos y productos de higiene en Cuba, causada por la deteriorada situación económica del país y la pandemia de COVID-19, empeoradas por las sanciones unilaterales que afectan la llegada de remesas.

Recientemente, con los hashtags #SOS_Cuba y #SOS_Matanzas, las redes sociales se llenaron de propuestas y mensajes que hicieron que el primero se volviera tendencia. La influencer Mia Khalifa ha publicado varios tuits en los que critica al presidente cubano y apoya la petición de ayuda urgente para una isla que hasta esa fecha acumulaba 5,501,862 muestras de COVID-19 realizadas y 231,568 casos positivos.

Esta situación ha puesto en alerta a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dado que Cuba es el país que reporta más nuevos casos diarios en este momento.

Según las autoridades nacionales, Cuba ha recibido donaciones de insumos médicos de organizaciones y cubanos en el exterior desde 20 países, y otros 12 están en proceso de envío. Esta información se dio a conocer a través de un tuit del Canciller Bruno Rodríguez, quien añadió: “Nuestros consulados permanecen activos para gestionar estas donaciones. Agradecemos profundamente la solidaridad de nuestros compatriotas”.

Una de las respuestas a este tuit fue: “Tiempos difíciles que vivimos y todo por falta de una sola cosa: Humildad. Sean humildes, reconozcan sus errores, ayuden y déjense ayudar. Políticas e ideologías al lado, eso no es lo importante; lo que importa son las vidas humanas #CubaViva”.

En relación con la información proporcionada por el Ministro de Relaciones Exteriores, se publicó en la página web de la cancillería una nota que menciona que “amigos solidarios con Cuba y cubanos residentes en México se han puesto en contacto para preguntar cómo pueden apoyar a nuestro país debido a la COVID-19”. Aunque en este caso solo se hace referencia a gestiones desde una nación, el texto proporciona instrucciones sobre tres formas de enviar ayuda: donaciones en efectivo, donaciones de insumos médicos, y una campaña de solidaridad continental que ha alcanzado su segunda fase, que busca un millón de jeringuillas y guantes quirúrgicos para la vacunación masiva del pueblo cubano. En la campaña se menciona una cuenta bancaria a nombre de Olivia Garza y se responsabiliza al bloqueo/embargo de Estados Unidos a Cuba por la falta de acceso del gobierno cubano a jeringuillas para la vacunación masiva.

La desconfianza persiste de ambos lados. Al canciller cubano le preguntan en Twitter: “¿Llegó a Cuba esa donación? ¿Está actualmente en Cuba y fue distribuido? Entiendo que esta donación provino de un concierto solidario hace semanas y no por la actual situación. Repito: ¿Ya llegó a Cuba?”. Desde una postura contundente, el usuario Luis Flores afirma: “Solo aceptan donaciones de lacayos y agentes. Además, solo se permiten donaciones que caigan en sus manos ladronas. Dejen de mentir, dejen que los cubanos ayuden a otros cubanos, de persona a persona, organizados sin contar con su dictadura, que es la causante de todos nuestros males”.

Previo a esto, el canciller cubano había tuiteado que “mientras el pueblo y el gobierno enfrentan la #COVID19 y destinan todos los recursos en la lucha por la salud, quienes bloquean a Cuba intentan lanzar campañas de descrédito”. No especificó los detalles, pero no es difícil inferir que se alinea con lo que ha manifestado el presidente cubano, quien también tuiteó que el bloqueo cruel, genocida y asfixiante es el daño humanitario más grave que sufre Cuba. Resulta irónico que utilice la palabra “humanitario” en un momento en que los cubanos reclaman ayuda humanitaria, un corredor humanitario o intervención humanitaria, siendo estos últimos dos conceptos especialmente controvertidos.

La resolución 45/100 de la ONU, del 14 de diciembre de 1990, según el documento Reflexiones sobre el derecho humanitario y la práctica actual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, establece que se debe “facilitar el libre acceso” a las víctimas a través del establecimiento de “corredores humanitarios” que permitan la entrega de ayuda urgente, institucionalizando así una especie de derecho de paso sanitario.

Bermejo García, citado en un documento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sostiene que la “intervención humanitaria se entiende como el derecho de los Estados a utilizar la fuerza en el territorio de otro Estado, con o sin el consentimiento del gobierno de este último, para proteger a las personas que están sometidas a tratos inhumanos que no pueden prevenirse sino mediante el uso de la fuerza”.

Es fundamental tener claridad en los términos de lo que se demanda como solución para la crisis que enfrenta Cuba en este momento, siempre que no contribuya a la desinformación o a diluir el objetivo común de salvar vidas.

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