¿Delito y pena? Tres fallecimientos inquietan a Camagüey en febrero.

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Texto: Raúl del Pino

A primera vista, podría parecer un cuento que merece ser narrado en una novela de Hércules Poirot o Sherlock Holmes, pero no, esta historia no se trata de entretenimiento o misterio. En la vida real y dura que se vive en Cuba en estos tiempos, una sombra ha cubierto toda una provincia en los primeros días del llamado mes del amor. Tres muertes, tan desconectadas como lamentables, tienen un punto en común: Camagüey, aunque su repercusión ha alcanzado a todo el país.

Al iniciar febrero, las redes sociales y diversos medios informativos comenzaron a informar sobre los fallecimientos de Michel Amodia, Roberto Medina y Leidy Bacallao. En el caso de los dos hombres, sus muertes sucedieron fuera del lugar que los vio nacer, mientras que la mujer, una joven de apenas 17 años, fue víctima de un horrendo feminicidio en un poblado del municipio de Nuevitas.

Fotos: RRSS

SIN EXPLICACIÓN

La primera de las tres muertes fue la de Amodia, quien ejercía como Director del Grupo Empresarial del Comercio en la provincia agramontina. El funcionario, de solo 39 años, presuntamente decidió acabar con su vida durante el regreso a Camagüey luego de una reunión nacional en La Habana, el pasado miércoles.

Según diversas versiones, pidió a los compañeros de viaje que lo dejaran cerca de la localidad de Majagua, en Ciego de Ávila, para visitar a unos familiares. Un tiempo después, le envió mensajes de despedida a su esposa solicitándole que cuidara de su hija pequeña, lo que alertó a la mujer sobre la posibilidad de una tragedia. Sin embargo, cuando llamó a sus compañeros de viaje para que regresaran, Michel se había lanzado desde la cima de una torre de alta tensión.

Numerosos comentarios en plataformas sociales, incluyendo uno de la misma Ministra del Comercio Interior, Betsy Díaz Velazquez, lamentaron este impactante suceso y reconocieron las cualidades de Amodia como directivo, aunque no dieron detalles sobre su extraño final. La información sobre el suicidio fue revelada por una colega a través de un comentario en Facebook; además, los rumores sobre las posibles razones fueron tema de conversación en la ciudad durante todo el día.

DEL SECUESTRO Y OTROS DEMONIOS

Poco tiempo después, otro evento similar trajo de nuevo incertidumbre y tristeza a los camagüeyanos. En las primeras horas del jueves 2 de febrero, se empezó a difundir que el cuerpo de Roberto Medina, un empresario cubanoamericano que había fundado la Mipyme RENOVA S.U.R.L. a finales de 2021, fue hallado en una laguna cerca de Jagüey Grande, en Matanzas.

Aún no se han aclarado oficialmente los detalles de su muerte, por lo que inicialmente se mencionó la posibilidad de un crimen pasional. Posteriormente, otros reportes sugirieron un secuestro y un intento de robo perpetrado por dos individuos que fueron arrestados por las autoridades de Jovellanos. Sin embargo, independientemente de las trágicas particularidades del crimen, la noticia impactó profundamente debido al aprecio que la comunidad sentía por Medina en Camagüey.

Después de haber residido varios años en Estados Unidos, el empresario de 35 años decidió regresar a Cuba para estar cerca de su madre, según contó una persona cercana. Su compañía, RENOVA, era la única de su tipo constituida en la provincia y se dedicaba a la instalación de sistemas fotovoltaicos como parte de los primeros proyectos a favor del uso de energías limpias.

En la página de Facebook de la empresa, se publicó un emocionante mensaje de despedida, donde se expresó que “han sido días muy difíciles para todos, ya que asimilar la pérdida de quien fue, más que un jefe, un familiar cercano o uno de esos amigos que se aprecian eternamente, no es tarea sencilla”.

LA POLICÍA Y EL MONSTRUO

De las tres sombrías muertes que invadieron Camagüey en los últimos días, la de Leidy, aunque más reciente, ha sido la más monstruosa e indignante. Un nuevo feminicidio ha tenido lugar en Cuba, esta vez justo frente a la policía, ya que la adolescente se dirigió al sector de la PNR en la comunidad de Camalote en busca de protección, pero eso no impidió que su agresor la asesinara brutalmente.

La escueta explicación del Ministerio del Interior menciona que “un individuo de 50 años, de conducta social muy negativa y con varios antecedentes penales, ultimó con armas blancas a su expareja de 17 años, quien buscaba resguardo en la subestación de la Policía Nacional Revolucionaria de la comunidad”.

El breve comunicado agrega que “como resultado de la respuesta de las fuerzas del orden interior, el autor del crimen resultó herido en la región lumbar. Las fuerzas del sistema de Investigación Criminal de la provincia continúan la pesquisa para su total esclarecimiento”.

Sin embargo, la nota omite muchos detalles que otros usuarios han señalado en las redes sociales. Alpidio Leyva revela que una persona anónima le compartió detalles de lo sucedido. El post indica que el asesino se llama Lesban Hidalgo, originario de la curva de Peña Camalote, y había tenido una relación con la víctima, a la que sus padres no aceptaban debido a la mala reputación del agresor.

La joven había decidido terminar su relación, ya que en pocos días se marchaba a Estados Unidos por la insistencia de su padre, pero ambos se encontraron en una fiesta del pueblo, donde el perpetrador intentó abusar de ella. Ante la amenaza de muerte, la joven corrió hacia el sector de la PNR en busca de ayuda.

“Él entró y le dijo a la policía ‘mátenme porque la voy a matar’. No hicieron nada, le propinó un machetazo, luego le dio otro que la seccionó por la mitad, y no hicieron nada para salvar a esa niña”, relata la aterradora narración. El post también menciona que un policía llamado Alberto Nápoles disparó por la espalda al homicida, quien se encuentra hospitalizado según la versión oficial.

Este crimen ha sido denunciado desde múltiples canales, aunque voces más críticas con las instituciones cubanas exigen la necesidad urgente de una Ley Integral contra la Violencia de Género. Artistas, científicos y personas de diversas esferas sociales, tanto dentro como fuera de Cuba, han expresado su rechazo no solo a este acontecimiento en particular, sino a la crítica situación que atraviesa el país, que ha llevado al aumento de hechos de esta naturaleza.

La muerte de Leidys Bacallao a manos de su presunto expareja representó el tercer evento violento que manchó mediáticamente el inicio de febrero en Camagüey, aunque no son los únicos sucesos violentos que han ocurrido recientemente. No solo en esta provincia del centro del país, sino en toda la isla, la seguridad ciudadana se vuelve cada vez más precaria, un ejemplo más de la notable crisis social en la que viven los cubanos.

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