Foto: RL Hevia
Texto: Raúl del Pino
Después de un par de años en los que eventos deportivos multideportivos dominaron el calendario atlético de Cuba -como los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile y los Juegos Olímpicos de París-, el 2025 aparenta ofrecer una tranquilidad en este aspecto, aunque con varios campeonatos individuales de gran interés. En Cuba Noticias 360, hacemos un recorrido por algunos de los eventos más destacados a seguir de cerca.
El deporte rey vuelve a Japón
A nivel de reconocimiento global, la atención internacional se centrará nuevamente en Tokio, que en septiembre será sede de la vigésima edición del Campeonato Mundial de Atletismo, el tercer evento deportivo más seguido del mundo después de los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol. Habrá que ver si Cuba puede recuperar su esencia después de salir de París 2024 sin medallas, algo que no ocurría desde hace 60 años. Sin embargo, el panorama no es muy alentador, ya que, salvo la triplista Leyanis Pérez, el atletismo cubano cuenta actualmente con pocas figuras de renombre que puedan competir al más alto nivel. Las principales esperanzas de un resurgimiento dependen de que algún talento del pasado, como el saltador Juan Miguel Echevarría, decida regresar a representar a su país, o que surja un nuevo nombre en este ciclo olímpico.
Tres mundiales de la malla alta
También en septiembre se llevarán a cabo los campeonatos mundiales de voleibol de sala en ambos sexos, en los cuales la isla tendrá representación en ambos eventos, con un énfasis particular en el masculino. Este equipo nacional ha logrado volver a la élite y una buena actuación podría acercarlos al podio. El mismo grupo dirigido por Jesús Cruz competirá antes, entre mayo y julio, en su segunda Liga de Naciones consecutiva y buscará mejorar el noveno lugar obtenido en su primera participación en esta competición bajo su actual nombre. Además, para finalizar el año, se ha programado el campeonato mundial de voleibol de playa en Australia en noviembre, donde la dupla formada por Jorge Luis Alayo y Noslen Díaz debería destacarse como uno de los principales animadores.
Béisbol sin grandes emociones
El pasatiempo nacional de los cubanos enfrentará un año tranquilo para el equipo de las cuatro letras, en contraste con los últimos dos años en los que el V Clásico Mundial, los Panamericanos y el Premier 12 acapararon la atención mediática. Para 2025, los Leñadores de Las Tunas representarán a la isla en dos competencias regionales: primero en la nueva Serie de las Américas, que tendrá lugar en Nicaragua a finales de enero, y luego en la segunda edición de la Baseball Champions League Americas, prevista para México en abril. En el ámbito local, la Comisión Nacional ha reestructurado su calendario y la III Liga Élite comenzará en abril, mientras que la 64 Serie Nacional se ha pospuesto para septiembre. Sin embargo, una de las prioridades del calendario actual se desarrollará en las oficinas del estadio Latinoamericano, dado que se debe definir la estrategia para el Clásico de 2026, donde nuevamente Cuba buscará convocar a estrellas internacionales sin vínculos con su Federación.
Americup en el horizonte
Tras un 2024 en el que el baloncesto tuvo algunas notas positivas, el nuevo año trae consigo muchas esperanzas. Una victoria de la selección masculina en la ventana eliminatoria de febrero les otorgará por primera vez un lugar en la Americup. El equipo, bajo la dirección de Onel Planas, hizo historia en febrero pasado al vencer a Estados Unidos por primera vez en 50 años, y ahora el objetivo es derrotar a Bahamas o Puerto Rico. Si logran la tan esperada clasificación para el torneo continental que FIBA Americas organizará en agosto en Nicaragua, Cuba podrá contar con una alineación formidable que incluiría a varios jugadores destacados en ligas europeas, lo que podría devolver al baloncesto cubano su protagonismo regional.
La Copa de Oro en el aire
El equipo cubano de fútbol tendrá como primer objetivo clasificarse para la Copa de Oro que se llevará a cabo en junio y julio en Canadá y Estados Unidos, para lo cual deberán superar la fase eliminatoria contra Trinidad y Tobago en marzo. La clave en ese momento será que el seleccionador Yunielys Castillo pueda disponer de los mejores jugadores del país que están activos en el extranjero. Aunque la apertura a lo que se conoce como “legionarios” se remonta a hace casi cuatro años, aún no se ha logrado conformar un equipo ideal con los más destacados, ya que algunas autoridades han mostrado reticencias a convocar a ciertos jugadores. Ojalá esto no ocurra también con la selección que participará en el Mundial sub-20 de Chile entre septiembre y octubre, ya que marcará la segunda participación de Cuba en estos eventos después de su debut en Turquía 2013.
16 años después
Otro deporte colectivo que regresará a un certamen mundial en 2025 será el balonmano masculino, que vuelve a estas competiciones después de tres lustros. El equipo, dirigido por Jover Hernández, partirá en los primeros días de enero a Croacia, país anfitrión junto a Noruega y Dinamarca. De hecho, la última participación cubana en un evento de esta magnitud tuvo lugar en Croacia 2009. En total, los cubanos han asistido a siete mundiales, logrando su mejor desempeño en la edición de Egipto 1999, donde alcanzaron el octavo puesto. Ahora su objetivo es avanzar más allá de la primera fase.