Fotos: Roy Leyra | CN360
En un país donde los precios aumentan de un día para otro sin previo aviso, resulta curioso que las tarifas oficiales para el transporte interprovincial aún no hayan sido incrementadas. Esto es lo que han señalado aquellos que realizan viajes a través de la Empresa de Ómnibus Nacionales (EON), ya que en muchas ocasiones las meriendas resultan más costosas que los propios pasajes.
Por ahora, esta es la única buena noticia en un escenario lleno de desencantos: el transporte interprovincial en Cuba se ha convertido en un calvario desde septiembre de 2019, cuando una crisis de combustible redujo drásticamente las rutas disponibles.
A pesar de que la oferta siempre ha sido inferior a la demanda, antes de la llamada «coyuntura», las terminales de ómnibus en La Habana y las capitales provinciales eran un constante ir y venir. Según datos publicados en la prensa estatal, durante un mes, los servicios de EON transportaban a más de 120,000 pasajeros entre La Habana y el resto del país, mientras que el transporte ferroviario movía alrededor de 43,000.
Sin embargo, la crisis de combustible llegó y todo se detuvo: solo quedaron 30 rutas diarias que conectaban La Habana con las capitales provinciales y algunos municipios, y los viajes interprovinciales fueron cancelados abruptamente.
Posteriormente, algunos itinerarios comenzaron a reabrirse de forma gradual, pero el auge de la COVID-19 fue un gran obstáculo para un servicio que, de todos modos, ya carecía de combustible suficiente.
Se mantuvo la paralización durante un año y medio debido a la pandemia, y desde entonces, el transporte interprovincial no ha logrado recuperar su esplendor. Pero, ¿qué sector en Cuba lo ha conseguido?
EL IMPERIO DE LOS CAMIONES
Con la capacidad de respuesta de EON reducida al 30%, los transportistas privados se presentan como la opción más viable para quienes se encuentran atrapados en las terminales. Aunque resuelven, la inflación afecta de manera directa a los consumidores.
En cuanto a precios, el Gobierno Provincial de La Habana implementó la Resolución 240/2020, que establece «las tarifas máximas a cobrar por los transportistas privados desde La Habana hacia las provincias y los recorridos internos en la capital”, una normativa que, aunque se violaba abiertamente en su momento, hoy en día ni los mismos inspectores recuerdan.
Por ejemplo, un trayecto en un camión sin aire acondicionado y en condiciones de hacinamiento entre la capital y Santiago de Cuba cuesta alrededor de 2,500 pesos, un precio que hace unos meses era cerca de 1,500 pesos. En un carro ligero, el pasaje puede costar el doble o incluso el triple, aunque generalmente estos vehículos solo llegan a la región central, ya que los costos hacia Oriente pueden ser exorbitantes.
Sin embargo, no solo es el precio lo preocupante, sino también el riesgo de accidentes, como se reporta casi a diario en la prensa y en las redes sociales que documentan estos incidentes.
Aparte del estado técnico deficiente de muchos de los camiones de pasaje —algunos incluso son considerados como «arinados rodantes»— y el agotamiento de los conductores, que realizan viajes de 12 a 15 horas sin un descanso adecuado, las carreteras se encuentran en muy malas condiciones, según un estudio del Ministerio de Transporte que reveló un dato alarmante: tres de cada cuatro kilómetros de las vías cubanas están en estado regular o malo.
VIAJAR CON VIAJANDO
Desde finales de 2021, cuando la aplicación Viajando fue puesta a prueba y habilitada para la venta de pasajes interprovinciales en Cuba, se abrió una nueva opción que, en teoría, aliviaría las largas colas en agencias y terminales, pero ha enfrentado los mismos problemas que el comercio en línea en la isla: la oferta es muy inferior a la demanda.
Los mismos desarrolladores de la aplicación han comentado que Viajando cuenta con más de 380,000 usuarios registrados, un número que provoca cuellos de botella al momento de realizar las ventas, ya que se generan picos de hasta 30,000 solicitudes por segundo contra una oferta aproximada de 7,000 asientos.
Esto provoca que, por ejemplo, una vez que se habilita automáticamente la venta de pasajes a las 8:30 de la mañana, la disponibilidad de los asientos tarda solo entre 20 y 30 segundos en ser ocupada.
A pesar de que se ha limitado la cantidad de pasajes que cada usuario puede comprar al mes, una medida implementada por las autoridades de transporte en julio de 2022, los problemas de Viajando persisten, y sus redes sociales suelen colapsar con comentarios negativos y quejas de los usuarios.
“Viajando me ha creado una mentalidad de cazador: paciencia extrema, observación constante y máxima agilidad”, compartió recientemente el periodista cubano Francisnet Díaz en su perfil de Facebook; mientras que otros usuarios relataban sus experiencias, tanto fallidas como exitosas, y uno llegó a comparar la ansiedad que le genera la aplicación con el estrés de TuEnvío.
“La apk permite reservar cómodamente, pero no puede multiplicar la cantidad de medios de transporte ni ofrecer un asiento que no existe”, resumió el internauta Arturo Chang, una afirmación que, en un sentido más amplio, se puede aplicar al transporte interprovincial en general: prácticamente sin guaguas ni trenes regulares, ningún sistema de gestión de pasajes en Cuba podrá satisfacer la demanda.