Descubren cartas personales entre Carilda Oliver y su esposo más reciente.

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Foto Collage: Twitter

En los inicios de la década de los 90, la renombrada poeta cubana Carilda Oliver Labra, quien ya estaba cerca de cumplir 70 años, sorprendió a todos al aceptar el cortejo de uno de sus lectores más persistentes, Raidel Hernández, un joven de solo 21 años. La famosa «novia de Matanzas» despertó aún más la controversia en torno a su vida amorosa, que ya era bastante audaz.

A pesar de los comentarios y críticas de muchas personas, incluidas amistades cercanas a la escritora que no lograban entender el fervoroso amor entre dos personas con casi 50 años de diferencia, decidieron casarse.

Le decían que Raidel era un cazafortunas, pero Carilda mantuvo su postura firme, demostrando la determinación de una mujer libre de prejuicios. Con el tiempo, ella tuvo razón: su joven amante, que también era poeta, la hizo feliz durante los últimos años que compartieron en el hogar ubicado en Calzada de Tirry 81, donde Carilda falleció en agosto de 2018.

La forma en que una mujer en la tercera edad pudo atraer a un joven que apenas comenzaba su camino es un misterio que Oliver Labra explicó de una manera única: “Es necesario dejar de intentar traducir el enigma del erotismo. Existe una delgada línea entre el erotismo y la profanación, entre lo que se espera y lo que realmente es. Surge, no se aprende”, afirmó en una entrevista.

Las dudas sobre una relación tan particular como la suya con Raidel Hernández se esclarecen, aunque solo en parte, en el libro que recién ha sido publicado por Ediciones Vigía. Este volumen recopila gran parte de la correspondencia lírica entre la Premio Nacional de Literatura y su último esposo.

El título de la obra, Decían, refleja el contenido de poemas sinceros, íntimos y apasionados, una conversación entre los amantes y una especie de declaración de intenciones desde su propio nombre, haciendo referencia a los cientos de comentarios que generó su inusual historia de amor.

“Esos versos narran el inicio de su relación y defienden la continuidad y el amor, y están dirigidos a quienes intentaron destruir la ilusión”, aseguró Hernández, quien además confirmó que Carilda revisó y guardó los poemas para un momento como este.

Se habló mucho sobre Oliver Labra y su joven esposo, y esa conversación persiste incluso cinco años después de la muerte de la poeta, ahora que se revela en este testimonio quiénes eran realmente en la intimidad y cómo vivieron juntos en la casa de Calzada de Tirry 81.

“Ella deseaba que se publicara un libro con poemas de ambos, y nosotros lo hemos publicado en defensa de esos años que compartieron, no solo en una relación, sino también en lecturas de poesía y prosa, y en su encuentro con numerosas personalidades”, explicó Agustina Ponce Valdés, directora de Ediciones Vigía, en una entrevista con la prensa.

Bajo este sello, Oliver Labra publicó muchos otros textos, incluyendo: Canto a Matanzas, Madre mía que estás en una carta, Guárdame el tiempo, Canto a Fidel, Temblor bajo la piedra…

La edición de Decían, que ya ha cobrado gran relevancia en el ámbito editorial, consiste en 200 ejemplares elaborados e ilustrados a mano, formando parte de la Colección del San Juan.

El diseño y las ilustraciones son obra de Marialva Ríos, quien utilizó diferentes materiales como textiles, papel bond, gaceta y craft de diversas texturas y gramajes, así como acrílicos, hilos de saco y café. Todo esto en consonancia con la tradición artesanal de Ediciones Vigía, rindiendo homenaje a un amor que desafió todas las convenciones sociales y que continúa generando conversación.

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