Texto: Raúl del Pino
Foto: Ysmael Romero / Instagram
La trayectoria de Ysmael Romero podría ser el argumento de una película. Desde su inicio como un delgado jugador de baloncesto en las canchas de cemento de su Ranchuelo natal, hasta su evolución como un imponente ala pívot que debutó primero en un Mundial y ahora se prepara para hacerlo en unos Juegos Olímpicos.
No obstante, cada historia tiene sus matices agridulces, y la de Romero es que sus triunfos con la selección nacional no se han dado con su país de origen. El villaclareño es uno de los muchos deportistas cubanos que en algún momento de sus vidas emigraron. A pesar de alcanzar el éxito individual y profesional, decidieron representar a las naciones que los acogieron y que les brindaron oportunidades que su tierra natal no pudo ofrecer.
“El cubanazo”, como se identifica en sus redes sociales, ha sabido retribuir a Puerto Rico y su baloncesto todo lo que han hecho por él desde que optó por quedarse allí en 2012, durante un torneo Centrobasket con la selección de Cuba. Gracias a su contribución, el equipo puertorriqueño ha logrado formar una alineación que ha llevado a la isla caribeña a un nivel destacado, tanto a nivel regional como a nivel mundial.
La prueba definitiva de este éxito es la clasificación olímpica, lograda después de 20 años. El equipo dirigido por Nelsón Colón alcanzó lo que muchos consideraban un sueño imposible, incluso jugando como locales en el Coliseo El Choli de San Juan, enfrentando al formidable equipo de Lituania, un conjunto europeo de gran renombre, encabezado por la estrella de la NBA, Domantas Sabonis.
Romero fue una pieza clave en la victoria convincente de 79-68 en el crucial partido por el boleto, aunque sus estadísticas no reflejaron su impacto, ya que en el tercer cuarto se encargó de detener al jugador destacado de los Sacramento Kings. La victoria para Puerto Rico fue un triunfo colectivo, y por eso los 12 integrantes que participaron en el torneo preolímpico continuarán su camino hasta París, según lo declarado por Carlos Arroyo, la leyenda del baloncesto puertorriqueño y gerente general del equipo.
Para el cubano de 33 años, competir bajo los cinco aros probablemente representa otro hito en su carrera, similar a su participación en el Mundial de la FIBA 2023. Sin embargo, los puertorriqueños no tendrán un camino sencillo, ya que compartirán grupo con nada menos que el Dream Team de Estados Unidos, comandado por LeBron James y Stephen Curry, además de enfrentarse a Serbia y Sudán del Sur.
Aún así, los estadounidenses no deben olvidar que la última vez que se enfrentaron a los de la “isla del encanto” en competiciones de verano, aquel equipo liderado por José “Piculín” Ortiz sorprendió a todos al vencer a los norteamericanos en Atenas 2004, lo que contribuyó a la peor actuación histórica de Estados Unidos en esos juegos, la cual marcó la primera participación de James.
Independientemente del desenlace en la competencia francesa, Romero habrá hecho historia no solo para Puerto Rico, sino también para Cuba, al pisar la cancha del imponente Stade Pierre-Mauroy. Si él fue el primer cubano en volver a participar en un Mundial después de 29 años, ahora también será el primero en competir en unos Juegos Olímpicos desde Moscú 1980.
Toda mi vida seré cubano, eso nunca cambiará, lo llevo en la sangre 🇨🇺❤️ pero este uniforme de “Puerto Rico” prometo representarlo con RESPETO…ORGULLO y AGRADECIMIENTO 🇵🇷 pic.twitter.com/9EhQDTXbnk
— Ysmael Romero (@TheCubanazo) November 28, 2021